Frío intenso no detiene a pobladores de occidente

Las condiciones climáticas, menores a cero grados en varios puntos del altiplano, no detiene a pobladores en sus actividades cotidianas.

En algunos lugares de Totonicapán, la temperatura llegó a -2 grados. (Foto Prensa Libre: Edgar Domínguez)
En algunos lugares de Totonicapán, la temperatura llegó a -2 grados. (Foto Prensa Libre: Edgar Domínguez)

En Xela, se observa a cientos de niños muy abrigados, algunos acompañados por sus padres,  rumbo a sus lugares de estudio, mientras vendedores informales ofrecen bebidas calientes para calmar un poco el frío.

Según información del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), en San Carlos Sija, Quetzaltenango, se registró una de las temperaturas más bajas de la región, con -3 grados, aunque internautas aseguran que se registan hasta -6 grados.

Jorge Rodas, pronosticador del Insivumeh en Quetzaltenango, dijo que se esperaba un descenso más drástico de temperatura, pero debido al incremento del viento el martes último y niebla, las condiciones mejoraron.

Irma Morales, una de las vendedoras de alimentos en el parque central de Xela, dijo que se levanta a las 4.30 horas para ofrecer sus productos a los vecinos, a pesar de que siente mucho frío en las manos.

Raúl Sai, uno de los trabajadores del área de limpieza en Xela, comentó que a pesar del intenso frío debe trabajar para subsistir. 

Marcos Toc, vecino de la cabecera de Totonicapán, dijo que aunque el frío es intenso, las labores diarias no se deben de detener. Añadió que hay que tomar precauciones, como abrigarse para evitar enfermedades.

Toc añadió que se dedica a pastorear, y que con ese clima los animales sufren, pues no pueden comer el pasto por el hielo que se forma.

María García, vendedora informal de esa localidad, que a pesar del frío debe salir a vender su producto, ya que esto le sirve para sostener a su familia.

En Huehuetenango, a pesar de la gélida mañana, decenas de estudiantes de la Escuela Urbana Mixta, en la zona 8, empezaron a llegar a eso de las 7 horas, muchos de los cuales asistieron con bufandas, suéteres y guantes.

Un pequeño, quien se identificó como Mario, dijo que espera que luego de unas horas el ambiente mejore para poder recibir clases.

Mario añadió que aunque amanezca frío, él prefiere acudir a la escuela, porque sus padres hacen un sacrificio por enviarlo y no puede defraudarlos.

“Si nos da frÍo en la clase nos ponemos a realizar dinámicas y se pasa”, aseguró Mario.

Federica López, madre de familia, señaló que en esta época los maestros deberían de permitir que las niñas puedan llevar pantalón, debido a las bajas temperaturas.

Jorge Méndez, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres en Huehuetenango, informó que se mantienen en alerta y en constante monitoreo, para brindar asistencia si se requiere.