QUETZALTENANGO – Peñalonzo golpeó de tal manera a su hijo de 5 años, que causó que su vida estuviera en peligro, resaltó Moisés de León, juez vocal del tribunal, quien hizo énfasis en que los daños físicos y emocionales causados al pequeño son irreversibles.
Agregó que mediante las pruebas médicas practicadas a la víctima se contabilizaron 67 lesiones, sobre todo en la cabeza, pies, manos y espalda, ya que la sentenciada lo agredía con una varilla de hierro, una manguera, un lazo o un palo de trapeador.
Los jueces determinaron condenar a la mujer solamente por parricidio en grado de tentativa, y desestimaron las acusaciones de lesiones graves y maltrato contra personas menores de edad, por considerar que el primero abarca estos últimos dos.
Durante el testimonio, el pequeño relató los vejámenes a los que era sometido, y lo que más indignación causó fue que Peñalonzo le colocaba chile en las axilas y los genitales, y luego lo encerraba en el chuj —especie de baño de vapor que aún se usa en algunas comunidades—.
Además, la mujer se paraba sobre los pies del menor y lo introducía en un chiquero junto con los marranos.