QUETZALTENANGO – Según el registro del departamento de construcción privada de la Municipalidad de Quetzaltenango, en la actualidad hay 60 condominios, colonias o zonas residenciales circulados por paredes.
César Córdova, urbanista y catedrático universitario, explicó que esta tendencia ha existido en el mundo desde hace siglos, cuando reinos y ciudades se protegían contra invasores.
En cuanto a Xela, refirió que la tendencia comenzó en la década de 1990. Inicialmente ofrecían exclusividad, comodidad y separación del bullicio citadino, pero se les ha agregado la seguridad. Estos vecindarios permiten a sus moradores compartir gustos y tendencias propias de su estrato social, resaltó.
“Las personas que pueden costearse una vivienda en un lugar exclusivo están conscientes de que el costo es más alto, pero proporciona un mejor nivel de vida, comodidades e incluso sentir que se vive en otra ciudad”, señaló el urbanista.
Preparan normativa
Dora Reina, asesora en ordenamiento territorial y urbanismo de la comuna de Quetzaltenango, explicó que en estos momentos se trabaja en una nueva normativa de regulación urbana para espacios delimitados con muro perimetral, pues la actual no está acorde a las necesidades urbanas.
Añadió que la normativa actual dictamina que este tipo de condominios, si cuentan con más de 10 mil metros de construcción, tiene que contar con áreas verdes y de recreación, lo que las empresas urbanizadoras evaden al asegurar que no llegan a esa cantidad.
Reina detalló que en la nueva regulación se proyecta que las colonias tengan un área verde interna y otra externa, para que los vecinos no residentes de este gocen de un espacio público.
Sobre este tipo de vecindarios, refirió: “Estos autoencierros se derivan de la inseguridad que se incrementa cada día en Xelajú. Todavía no es tan alto el índice de delincuencia, pero cada vez son más frecuentes los espacios cerrados para vivienda, que son modelos copiados de la capital y de otros países”.
Rosario de Méndez, quien reside en el complejo Xela Gardens, en el kilómetro 222 de la ruta a la Costa Sur, manifestó que lo más importante de vecindarios con muros perimetrales es la tranquilidad con la que se vive de día y de noche en el condominio, pues se tiene garita de seguridad para que solo ingresen las personas autorizadas por los propietarios.
Las residencias en Xela Gardens son de estilo colonial. El condominio tiene dos casas club para la recreación, piscinas, yacusi climatizado y áreas verdes.
Jaime Ramírez, quien vive en un exclusivo condominio de la zona 8, resaltó que cada vecino tiene control remoto para abrir el portón de ingreso desde su vehículo, y las visitas deben anunciarse telefónicamente para poder ingresar.
Reina, asesora del ayuntamiento, comentó que entre las desventajas de este tipo de protección es que con los vecindarios amurallados se pierde mucho el espacio público y se limita la vialidad y la conectividad social, aparte de que se generan obstáculos a la libre locomoción.
“Todo mundo tiene derecho a tener vivienda y seguridad, pero sin interferir con el derecho del bien público. Esto se toma en cuenta en el Plan de Ordenamiento Territorial, en el que se trabaja para que se resuelvan problemas, y para que cualquier tipo de construcción no interfiera con nada ni afecte a nadie”, puntualizó Reina.