Gonzalo Marroquín, socorrista, dijo que niños y jóvenes arriesgan sus vidas cada año al atender ese tipo de negocios, y afirmó que las personas que reciben capacitación no son quienes están en los puestos de venta.
Marroquín también indicó que hay poco control de las instituciones encargadas de verificar las ventas de juegos pirotécnicos.
“Hemos notado que hay ventas de cohetillos cerca de tortillerías. Creemos que debería haber más control”, añadió Marroquín.
Otro de los peligros que preocupa a los socorristas es la falta de acceso en los mercados, pues durante la época de fin de año crece la cantidad de comercios.
“Es un problema. Las ventas cierran las calles. Ojalá que no tenga que pasar algún accidente para que nos hagan caso y no cierren las calles”, dijo Marroquín, quien recomendó que las ventas de cohetes cuenten con extintores, agua y arena.