El bombero comentó que estaba en la unidad cuando escuchó los disparos, seguidamente los gritos de las personas atemorizadas y luego otra ráfaga de balazos, que desafortunadamente uno lo impactó.
“Observé que hombres armados llegaron en dos vehículos y atacaron a los guardias del Sistema Penitenciario, quienes se refugiaron en nuestra unidad. Como pude me tiré de la ambulancia. Pensé que iba a morir”, expresó Santay.
Agregó que los hombres entraron dispuestos a ultimar a las personas que cruzaban en su camino, sin importar que fueran detenidos o atacados.
Wilfredo Morales, compañero de Santay, refirió que él estaba en el hospital cuando se escuchó las detonaciones y como pudo se refugió.
“Pensé en mi compañero que se quedó en la unidad, de milagro estamos vivos y damos gracias a Dios porque al escuchar el relato de mi compañero es increíble que lo esté contando”, dijo Morales.
Día trágico
El rescate de un reo en el Hospital Roosevelt, ocurrido el miércoles último, terminó en una matanza con siete víctimas.
Algunas personas relataron cómo ocurrió el ataque, en el que pandilleros liberaron al reo Anderson Daniel Cabrera Cifuentes, quien permanecía recluido en el centro de detención Fraijanes II pero llegó a ese hospital para recibir atención médica.
“Yo estaba sentada cuando escuché la balacera. No se detenía. Llamé a mis compañeros y cuando vimos por la ventana, la gente corría de un lado para otro. Me dolió cuando vi a una paciente con muletas, quien se cayó en el parqueo porque no sabía para donde correr, era una anciana”, dijo Floridalma Gómez, enfermera.
“Nosotros los ayudamos –a los reos– . No los dejamos morir. ¿Cómo nos vienen a hacer esto a nosotros?”, lamentó Gómez.
Otro trabajador del hospital, quien omitió su identidad por razones de seguridad, dijo que observó de cerca cuando los pandilleros entraron al parqueo del hospital.
“Era un día normal, cuando en la entrada, por el portón azul, se escucharon los disparos. Se vio hasta el humo que salía de las armas. Fue entonces que nos dimos cuenta que no eran cohetes, sino disparos”, dijo el empleado.
Con varios nombres
Luego del ataque armado en el Hospital Roosevelt, en el que murieron siete personas, autoridades buscan al reo rescatado, quien es conocido con al menos 11 nombres.
Se trata de Anderson Daniel Cabrera Cifuentes, de 29 años, quien según la Policía Nacional Civil (PNC), es uno de los líderes de la mara Salvatrucha y habría participado en diversos asesinatos.
Este jueves, autoridades emitieron una alerta en la que ofrecen una recompensa de Q150 mil a quien brinde información que permitan la capturar a Cabrera Cifuentes.
Momentos de película se vivieron en el hospital Roosevelt. Un sospechoso se escondió luego del ataque donde murieron siete personas, en la búsqueda, habría escapado por el techo del hospital. Quedó registrado en este video.
Armas prohibidas
Luego del ataque armado ocurrido este miércoles en el Hospital Roosevelt, autoridades decomisaron las armas con las que se presume fue perpetrado.
Se trata de una pistola, un chaleco blindado y tres fusiles, los cuales, según la Policía Nacional Civil (PNC), son de uso exclusivo del Ejército y las fuerzas de seguridad, por lo que su uso civil está prohibido.
La PNC detalló los tipos armas decomisadas a los pandilleros:
- Un fusil M-16 con dos cargadores conteniendo 57 municiones útiles calibre 5.56
- Un fusil modelo AR15 con dos cargadores conteniendo 57 municiones útiles
- Un fusil AR15 con su cargador conteniendo 42 municiones útiles
- Una pistola marca Glock con su respectivo cargador conteniendo 13 municiones calibre .45
Luto y dolor
El deseo de aferrarse a la vida para vencer alguna enfermedad, cumplir con sus labores o el amor para acompañar a su familia a una evaluación médica, fueron los motivos por los cuales las víctimas mortales estaban hoy en el Hospital Roosevelt.
Una madre lloraba desconsolada afuera de la emergencia del Hospital Roosevelt después del ataque, recuerda como fue en cuestión de minutos cuando todo pasó, ella estaba afuera del hospital, cerca de la emergencia y dejó a su hijo al cuidado de su mamá y su hermano.
Llegaron en familia, porque al salir del hospital tenían previsto realizar algunos mandados. Roxana Mayen se separó de ellos por unos instantes y cuando se encontraba del otro lado del parque, el que queda frente a la emergencia, escuchó los disparos. Tan pronto como pudo intentó ingresar al centro asistencial.
“Entonces ya no vi a mi bebé y me sacaron del otro lado, yo no sabía que no los encontraban, hasta que mi papá vino los empezamos a buscar, mi hermano no aparecía y era uno de los que estaban tirados ahí”, dijo Mayen.