Decenas de turistas abarrotaron las playas de Champerico y Tulate en San Villaseca, Retalhuleu, este 1 de enero para darle la bienvenida al 2022, pese al latente riesgo de contagio de coronavirus.
El sol abrasador no fue obstáculo para que familias de varios departamentos disfrutaran del paisaje y se refrescaran en las olas.
“Sabemos que estamos en pandemia, pero esto no debe impedirnos celebrar. Es una tradición familiar de muchos años visitar la playa; además, fue un año duro, pero debemos avanzar”, expresó Liliana Ixcoy, quien junto a su familia emprendió el viaje desde Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango.
Los protocolos de bioseguridad han quedado en el olvido tanto por comerciantes y turistas, a quienes poco a importado el uso de mascarilla y distanciamiento físico, según se evidencia en el lugar.
La afluencia de vehículos en la ruta RN9 que va de Retalhuleu a Champerico era notoria. Operativos de control de la Policía Nacional Civil (PNC) han sido colocados para verificar que pilotos no conduzcan en estado de ebriedad.
“Nuestros ingresos han mejorado considerablemente y estas fechas son aprovechadas por el pueblo de Champerico porque los visitantes buscan alojamiento, alimentación y otros servicios, esto ayuda a la economía local”, expresó el comerciante José Sanchez.
Ante las aglomeraciones por actividades e incremento de visitantes a Retalhuleu, Salud Pública ha manifestado su preocupación y se prevé que los contagios de covid-19 aumenten en los próximos días.
“Recomendamos no bajar la guardia, el uso de mascarilla, distanciamiento físico, uso de alcohol en gel y vacunarnos contra la enfermedad es indispensable. Las personas se están confiando y eso traerá consecuencias”, enfatizó Nora Cojulum, directora del área de Salud de Retalhuleu.