Verónica Escalante, madre de tres niños, indicó que fueron afectados por chikungunya y que en el hospital no les dieron nada para el dolor, por lo que acudieron con una curandera que les recomendó agua de verbena, la cual crece a orillas de los ríos. “Les bajó la fiebre y el dolor de huesos”, expuso.
Las comadronas también juegan un rol importante ante la crisis. “Para nosotras las embarazadas es mejor buscar a las parteras y no llegar a sentarse por horas y esperar que nos atiendan para que al final nos digan que no hay medicamentos para los dolores, que nos dan antes del parto”, dijo Carmen Cruz, vecina de Oratorio, Santa Rosa.
El nosocomio de Cuilapa suspendió la atención de la Consulta Externa por falta de insumos, y solo aceptaban emergencias; sin embargo, la semana última, Sofía Vela, directora de ese centro asistencial, expuso que están restableciendo los servicios y que se sostienen pláticas con los médicos para que se atiendan citas. Dijo que la organización Orden de Malta les proporcionó insumos para varias clínicas.
En Huehuetenango
En el mercado central de la cabecera de Huehuetenango, pobladores que padecen por la crisis hospitalaria buscan ventas de plantas medicinales como ruda, manzanilla, extracto de sábila y romero, las cuales sirven para sanar sus dolencias, según Juana Rivas, una curandera, que durante muchos años ha dado asistencia a los vecinos, a quienes cobra Q10 por consulta.
Explicó que personas que no tienen recursos económicos y ven como una alternativa las propiedades de las plantas acuden a ella. “En muchos casos, lo natural es más efectivo que las medicinas tradicionales”, manifestó.
El vecino Alfredo Mendoza relató que cuando las plantas se combinan con espiritualidad, se tienen mejores resultados para sanar dolores de cabeza, controlar la presión, infecciones intestinales y para desparasitar.
“Recuerdo cuando era niño, mis padres me daban a tomar jarabes elaborados con flor de buganvilia y canela para la gripe, extracto de sábila para quemaduras y un compuesto de ajo contra las lombrices”, refirió Mendoza.
Agregó que en la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, de Chiantla, feligreses llegan a bendecir plantas medicinales, porque, según su fe, así tienen más efectividad.
Clínica municipal
En la cabecera de Escuintla, la escasez de medicamentos en los hospitales públicos causa que vecinos opten por ir a una clínica municipal donde la consulta es gratuita y dan algunos medicamentos. “El problema es que ahora que el hospital está en crisis hay que hacer una fila demasiado larga”, expresó Amanda Morales, paciente.
La referida crisis causa que se incremente la demanda de medicina en sitios donde se consigue más barata. Olga López, empleada de una farmacia de productos genéricos, relató que la crisis hospitalaria ha generado que en el último mes se incrementen las ventas de este tipo de medicina. “En el logotipo de las recetas se nota que se las han dado en el hospital”, manifestó.
Para apoyar a los enfermos, un grupo de vendedores de la 4a. avenida y 10a. calle de la zona 1 recolecta víveres para entregarlos al nosocomio, pues tienen entendido que el hospital está desabastecido.
Julia Flores manifestó que organizaron un maratón de tres días para recibir productos que entregaron a la cocina del hospital, y así ayudan a los pacientes que están internados y que necesitan ser alimentados.
Marta García, vecina, expresó: “Es necesario que nos organicemos, porque ahora es cuando debemos estar unidos”.
Piden apoyo
En Antigua Guatemala, Sacatepéquez, la crisis por falta de medicamentos motivó que médicos y trabajadores del Hospital Nacional Pedro Bethancour se unieran y salieran a las calles a pedir apoyo a pobladores y visitantes.
El médico Leonel González comentó que se han visto en la necesidad de solicitarles insumos y medicamentos a pacientes y familiares para poder brindarles el servicio que necesitan.
María Canrey, madre de familia, contó que tuvo que gastar más de Q2 mil 500 en medicamentos y exámenes que los médicos recetaron a su hija, quien fue afectada por neumonía, y que afortunadamente su familia le ayudó.
La indiferencia del Gobierno ha motivado que personas individuales y organizaciones busquen colaborar para contrarrestar la situación hospitalaria.
El colectivo Jóvenes de Guatemala se unió para recaudar insumos y medicamentos. Pedro Boche, vocero de esa agrupación, expresó que la iniciativa surgió por el clamor de la población que no tiene cómo aliviarse.