Ciudades

El Museo de Arte Colonial de Antigua Guatemala vuelve a brillar

Vecinos y entidades impulsan la restauración de la antigua sede de la Universidad de San Carlos de Borromeo y actual Museo de Arte Colonial, en Antigua Guatemala, Sacatepéquez. 

El Museo de Arte Colonial tendrá un nuevo rostro a partir del 16 de diciembre, cuando se presente la primera fase de la restauración. (Foto Prensa Libre: Patronato Antigua Universidad).

El Museo de Arte Colonial tendrá un nuevo rostro a partir del 16 de diciembre, cuando se presente la primera fase de la restauración. (Foto Prensa Libre: Patronato Antigua Universidad).

El proyecto de restauración busca recuperar y dignificar un edificio único en el país y en el mundo, que había quedado prácticamente a merced del abandono, con el techo dañado, paredes y puertas deterioradas y muros exteriores usados como mingitorio.

Inaugurado en 1763 para albergar a la entonces pontificia casa de estudios —cuya primera sede en el Colegio de Santo Tomás fue severamente dañada por los sismos de 1751—, tuvo muy poco uso en ese sentido, ya que en 1773 Santiago de los Caballeros quedó arruinada por los terremotos de Santa Marta.

No obstante, el edificio permaneció en pie y con ella la huella del arquitecto mayor Luis Díez de Navarro, que plasmó en sus arcadas, bóvedas, puertas y ventanas una de las más geniales muestras del barroco guatemalense.

Con el traslado de la capital al Valle de la Ermita y los graves daños sufridos por la Catedral, el magnífico edificio fue utilizado como templo parroquial y sagrario. Entre 1809 y 1815, el edificio se empleó como teatro municipal. En 1832 recuperó su función educativa, pues pasó a ser Academia de Pública Enseñanza, patrocinada por el jefe de Estado Mariano Gálvez. Hasta 1932 continuaba funcionando como escuela.

En 1936 se fundó el Museo de Arte Colonial, para exhibición de piezas de pintura y escultura. En pocas palabras, el edificio es un referente cultural de la ciudad.

Es notorio el daño sufrido por el edificio, comenzando por las piedras y ladrillos expuestos, las baldosas levantadas, el tejado con enormes agujeros cubiertos con nailon, lo cual no impide  en época lluviosa que caigan auténticos chorros de agua en las salas de exposición de valiosas pinturas de la época colonial.

“Argumentar que es la pátina del tiempo para dejar casi que el edificio se caiga solo es algo absurdo”, señala el arquitecto Osmín de la Maza, quien dirige los trabajos de recuperación, cuya primera fase se entregará el próximo 16 de diciembre.

El Patronato Universidad surgió a ejemplo del Patronato de Recuperación de la Catedral de Antigua Guatemala, que también avanza en la recuperación de ese conjunto arquitectónico religioso.
Con el apoyo de la Fundación G&T Continental, entre diversas empresas y de antigüeños altruistas, la antigua universidad volverá a lucir sus blancos muros y bóvedas, relieves de estuco y repellos completos, así como una iluminación panorámica.

“Este proyecto no tiene fin lucrativo, sino cultural. Queremos devolver a la Antigua y a Guatemala una de sus grandes joyas, para que las próximas generaciones puedan conocerla, admirarla y valorarla”, afirma Flor Orellana, integrante del Patronato.

Necesitan recursos

El proyecto contempla dos fases más que incluyen la reparación total del techo, con tejas de barro y travesaños de madera, al mejor estilo colonial, así como una consolidación estructural, pues existen grietas que datan desde el terremoto de 1976.
Ahí es donde se requiere el apoyo de más empresas y personas que deseen hacer aportes económicos o en materiales.

“La experiencia del otro proyecto, aún en desarrollo, de restaurar la Catedral de Antigua, así como el Arco de Santa Catalina, con técnicas y materiales que semejan los utilizados en la Colonia, nos permite tener perspectivas optimistas en cuanto a la recuperación de la Usac, que es una fascinante joya repleta de detalles, con arcos estilizados y bóvedas decoradas”, puntualizó De la Maza.

Testimonio 

El edificio de la antigua universidad es el Museo de Arte Colonial desde 1936, y debido a que alberga una valiosa colección de pinturas de autores como Tomás de Merlo, necesita contar con las condiciones necesarias de exposición y conservación.

La humedad y las goteras han dañado varios lienzos, y su recuperación también forma parte del proyecto.

A decir de Osmín de la Maza, arquitecto que dirige los trabajos, ese inmueble es testimonio de la grandeza que tuvo la Capitanía de Guatemala, ya que contar con un arzobispado y una universidad era un privilegio que solo tenían capitales virreinales.

Por otra parte, los detalles arquitectónicos del edificio, que tiene 255 años de antigüedad, son una referencia única sobre los criterios estéticos y estructurales de la época previa a los terremotos de 1773.

Según De la Maza, no es momento de buscar culpables o preguntar quién es responsable del estado actual de esa joya, sino de unir esfuerzos para recuperarla.

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