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El pleito, que data del siglo pasado, ha causado que varios grupos de pobladores armados se enfrenten.
Aunque todavía no se habla de víctimas mortales, las balas han atravesado varios techos de viviendas en el área limítrofe, desatando la zozobra entre familias.
Un líder comunitario de Santa Catarina Ixtahuacán dijo por teléfono que aunque no hay heridos el temor persiste en el lugar.
La preocupación aumenta por el hecho de que la Policía Nacional Civil (PNC), que vigilaba para que no aumentaran los enfrentamientos, abandonó el área.
Llamado a la calma
La Alianza de Autoridades Ancestrales de Sololá emitieron un comunicado en el que expresan su preocupación por la escalada en esos municipios y llamó a la reflexión a los pobladores que intervienen en los hechos de violencia en el lugar.
“Pedimos a las Naciones Unidas, Derechos Humanos, al gobernador Departamental y a los diputados electos por Sololá que verifiquen estos hechos de violencia y activen la presencia de la PNC para que resguarde a los habitantes de las comunidades cercanas” al lugar del conflicto, expresó el comunicado.
También demandaron la presencia de organismos internacionales y de derechos humanos.
Las tensiones tienen como origen el reclamo de ambos municipios sobre ciertos territorios de la zona limítrofe entre sí donde hay bosque y nacimientos de agua.
Este miércoles por la noche, trascendió que el jefe de policía de la subestación de Ixtahuacán junto a otros 10 agentes se encontraban retenidos por pobladores de la comunidad Chirijox, de ese municipio.
