Suchitepéquez

Comunidades de Suchitepéquez atraviesan una crisis por la pérdida de sus siembras de maíz como consecuencia de la sequía

Ocho comunidad de Suchitepéquez, que están en el litoral del Pacífico, atraviesan problemas debido a la sequía. Han perdido cultivos de maíz, según reportan.

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En comunidades del litoral del Pacífico de Suchitepéquez han sufrido debido a la sequía. Han perdido sus cultivos de maiz. (Foto Prensa Libre: Marvin Túnchez).

En comunidades del litoral del Pacífico de Suchitepéquez han sufrido debido a la sequía. Han perdido sus cultivos de maiz. (Foto Prensa Libre: Marvin Túnchez).

Para más de mil agricultores que siembran de maíz en comunidades de la costa sur de Guatemala la pérdida en cultivos podría afectar el valor en los mercados locales debido a los escasez y la demanda del producto, según comentaron al ser entrevistados.

Sergio Antonio Alvarado, miembro de la Asociación Agroindustrial de la Costa Sur (Asdecosur) relató que son más de dos mil pequeños agricultores afectados en forma parcial y total por la sequía que viven en algunas comunidades de Suchitepéquez, una localidad a unos 105 kilómetros de la capital.

Alvarado estima que en algunas comunidades se logrará rescatar el 20 por ciento del cultivo, mientras que en otras la pérdida es total debido a la falta de lluvia durante esta temporada y que la mayoría de los agricultores no cuentan con sistemas de riego.

Asdecosur es una asociación que ha visibilizado el problema de sequía en el área del litoral del Pacifico y que ha afectado a los pequeños agricultores durante años.

Sin embargo, no han podido cambiar el cultivo de maíz por falta de apoyo y porque es más barato hacerlo, y sobre todo, para subsistencia.

Este año ya se han reportado daños en las comunidades de Santa Rita, Willy Woods, El Paraíso, Japón Nacional 1 y 2, Santa Cruz Laredo, el Guajilote y el Triunfo, en esa región.

De acuerdo con la información son más de mil asociados los afectados por la pérdida de su cosecha. Agregan que en comunidad Santa Rita la pérdida fue total y los agricultores sembraron ajonjolí para intentar de recuperar algo de la inversión que hicieron.

Ahora le piden al gobierno apoyo en alimentos y que el Ministerio de Agricultura verifique y cuantifique los daños ocasionados por la sequía.

La comisión de agricultura del Congreso visitó recientemente algunas comunidades del litoral del Pacifico a solicitud de los agricultores para informar a los titulares de esa cartera sobre las pérdidas que han tenido.

Oswaldo Rosales, miembro de la comisión de agricultura, indicó que se pedirá al Ministerio que aprueben medidas emergentes para atender a los damnificados con alimentos, mientras se coordinan acciones para apoyar a quienes perdieron toda su cosecha.

En una nota publicada por la agencia EFE el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala advirtió que El Niño podría causar “sequías e inundaciones entre agosto y noviembre”, en el territorio guatemalteco.

Los efectos sanitarios de este fenómeno podrían empeorar la situación de “desnutrición aguda, enfermedades transmitidas por alimentos, infecciones respiratorias, malaria” y otros problemas, según explicó la misma fuente.

Debido a este escenario, las autoridades sanitarias del país aseguran que iniciarán acciones preventivas como vacunación y búsqueda de casos de desnutrición a los que se pueda brindar atención.

“Se mantendrá la vigilancia epidemiológica de las enfermedades que pueden aumentar debido a este fenómeno”, agregó la cartera de Salud.

El pasado viernes 4 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló, en un informe, que el fenómeno del niño está ligado a las altas temperaturas globales y que países de Centroamérica como El Salvador, Nicaragua y Guatemala se encuentran en “alto riesgo”.

La escasez de agua y el aumento de precios de ésta podrían además agravar las necesidades humanitarias, por ejemplo en zonas donde éstas ya son urgentes, como Colombia y Venezuela, añadió el informe.

Otros riesgos sanitarios ligados a El Niño en las regiones estudiadas incluyen posibles aumentos de casos de cólera (también debido a la escasez de agua), de malaria y de enfermedades evitables mediante vacunación, como la meningitis.