Pero en medio de las dificultades que los vecinos afrontan, hay un caso que llama la atención, el de Evanelia Gutiérrez, de 45 años, quien vive junto a seis hijos y seis nietos y que desde que se declaró la emergencia sanitaria en el país, el 13 de marzo último, dejó de trabajar y la situación se ha complicado.
Antes de la emergencia, Evanelia hacía trabajos domésticos o vendía en el mercado; sin embargo, ahora pocas personas tienen capacidad económica para contratarla y no hay medios de transporte para movilizarse, lo que se traduce en falta de recursos para llevar algo de comida a su casa, donde; además, se exponen a las inclemencias del clima, porque esta es de láminas, plástico y troncos.
“Hemos pasado momentos difíciles. Con el verano hace mucho calor y ahora que se acerca el invierno se nos mojan nuestras cosas”, dijo Evanelia.
Debido a las condiciones en las que vive la familia, una de las hijas de Evanelia desarrolló una enfermedad en la piel, la cual requiere de cuidados especiales.
Alberto Ramírez, director del centro de Salud de Zacapa, comentó que desde hace siete meses le dan seguimiento al caso de la pequeña, la cual padece una enfermedad cutánea contagiosa causada por un ácaro.
“A la niña se le diagnosticó esta enfermedad y se le indicó que debe resguardarse para no exponerse a los rayos del sol. Esta semana daremos seguimiento al caso y evaluaremos a los demás niños de la casa”, refirió Ramírez.
Además, se estableció que la niña, de 12 años, aún no está inscrita en el Registro Nacional de las Personas, por lo que se busca agilizar este trámite e inscribirla en la escuela.
Reciben apoyo
Hace uno días, la familia fue visitada por un grupo de religiosos, quienes evidenciaron las condiciones en las que viven y decidieron apoyar para que mejoren sus condiciones de vida.
“Cuando llegamos por primera vez a la comunidad vimos muchas necesidades, pero atendimos más a la de Sarita -la niña-. Se hicieron los trámites del área de Salud para su diagnóstico de la piel y la inscripción en el Registro Nacional de la Personas”, comentó Salvador Yánez, pastor del Ministerio Valor de Valores.
“En esta temporada que comienza la lluvia decidimos hacerles una galera para que puedan dormir con un techo. Ellos no cuentan con nada, solo con una estructura de palos y nailon que no protege de la lluvias y sol”, agregó Yánez.