Al cabo de una reunión de ocho horas el miércoles, Cohen anunció que las discusiones habían sido “francas y constructivas” y que proseguirían este jueves, pero se negó a entrar en detalles en nombre de la confidencialidad.
La maratoniana reunión del martes entre dueños de equipos y jugadores concluyó de madrugada tras 16 horas en las que no lograron ponerse de acuerdo y levantar el paro laboral que entró en vigor el 1 de julio y que ya ha costado la suspensión de toda la pretemporada y las dos primeras semanas de la campaña regular de la NBA.
El mediador George Cohen participó en las conversaciones, primero el lunes por separado, y luego con ambas partes.
El comisionado de la NBA, David Stern, había amenazado con cancelar encuentros de Navidad si en esta última reunión no se llegaba a un acuerdo, lo que pondría en peligro el resto de la temporada. “Si no hay avances (el martes), creo que la temporada se nos está potencialmente perdiendo porque no logramos progresos”, había dicho.
Sin embargo, Stern no mencionó el miércoles el asunto ni habló de nuevas cancelaciones de partidos, lo cual fue visto como una señal de un posible avance en las negociaciones, de las que no se han filtrado detalles.
Los principales desacuerdos están en el reparto de los ingresos por la actividad del baloncesto y la intención de lo dueños en un cambio considerable en el sistema del tope salarial. En cuanto a los ingresos, ambas partes luchan por apoderarse del 53%.
Este es el primer paro laboral en la NBA desde la temporada de 1998-99, cuando fue recortada 50 partidos.
Cohen también tomó parte este año en las discusiones entre propietarios y jugadores de la Liga de Fútbol Americano (NFL) y anteriormente lo había hecho en una disputa similar entre dueños y jugadores del fútbol estadounidense de la MLS.