“Empecé en el béisbol como la mayoría de jugadores de softbol. Después me retiré por un tiempo”, expresó Dacaret.
El jugador recordó que en el 2003 se integró al club Ciclón, que posteriormente se llamó Lanquetin.
“Me invitaron como carta de prueba, hasta que me quedé jugando en el equipo”, comentó.
El pelotero refirió que el sueño de su padre era verlo jugar béisbol, pero que influyó mucho la distancia que seperaba su casa de los diamantes donde entrenaba y jugaba.
“Me quedaban muy lejos los campos de entrenamiento. Empecé a jugar softbol y sentí que daba más bola. Aparte tenía más jugadores conocidos, aunque después regresé a jugar béisbol algunos partidos con Pumas”, dijo.
Misión Barranquilla
Junto al resto de integrantes de la selección guatemalteca de softbol, Dacaret se apresta para competir en los que serán sus cuartos juegos centroamericanos.
El jardinero derecho cuenta con amplio recorrido y experiencia, y confía en que su papel sea determinante para impulsar al combinado guatemalteco a lo más alto del deportes de la pelota blanca, en las justas que se llevarán a cabo en Barranquilla, Colombia.
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“Me siento muy contento de pertenecer a la selección. Es otro reto y también una gran responsabilidad ser parte de ella”, comentó Dacaret, quien recientemente se convirtió en padre junto a su esposa Jimena, por el nacimiento de su hijo Daniel.
Para el softbolista ganar una medalla con la selección es uno de sus mayores sueños.
“La meta siempre es buscar una presea, aunque sabemos que es difícil, daremos nuestro mejor esfuerzo para conquistarla”, aseguró Dacaret.
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