Después de que el partido de ida en el Camp Nou finalizara con empate a cero, Essien adelantó al Chelsea en Stamford Bridge en el minuto 9.
Tan solo hacía cuatro días que el Barcelona había ganado 2 a 6 en el Santiago Bernabéu, pero en el terreno de juego nada hacía presagiar que los catalanes podían empatar el partido, sobre todo cuando en el minuto 66 Abidal fue expulsado.
El empate del equipo culé, que era dirigido por Pep Guardiola, lo marcó el volante Andrés Iniesta al minuto 90. Con ese resultado, el cuadro catalán avanzó al a final.
En teoría se lee un partido normal, pero esos 90 minutos en Stamford Bridge estuvieron llenos de intensidad y polémicas.
El mismo colegiado, Ovrebo, reconoció años después que: “Para nada estoy orgulloso de aquel partido. No fue mi mejor día, la verdad. Pero esos fallos los puede cometer un árbitro… Pero no, no puedo estar orgulloso de aquel día”.
“¿Manos de Piqué y Eto’o? Por supuesto, y sí, fueron situaciones de manos”, añadió al diario Marca.
Entre los reclamos que se le han hecho a Ovrebo está el haber perdonado dos tarjetas rojas y no marcar cuatro penaltis a favor del Chelsea.
Las opiniones sobre su arbitraje seguirán existiendo y este quedará como uno de los partidos más polémicos en la Champions League.