Merlos denunció el incidente a la policía y advirtió que si no contaba con las garantías pertinentes suspendía el partido.
Según el relato de Marconi, representantes del club de San Luis — unos 800 kilómetros al oeste de Buenos Aires — y el responsable del operativo policial le garantizaron seguridad al juez, quien salió a dirigir el segundo tiempo.
“Hay un protocolo, si las garantías están dadas el partido tiene que seguir”, explicó Marconi para justificar la decisión de Merlos pese a la gravedad del hecho.
El árbitro no formuló declaraciones.
Marconi adelantó que Merlos presentará un informe al comité ejecutivo de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y que junto a su gremio “vamos a exigir que se tomen los recaudos pertinentes para que esto no ocurra”.
Sin embargo no es la primera vez que sucede un incidente de estas características. En 2011, el árbitro Sergio Pezzotta denunció que un grupo de hinchas de River Plate lo amenazaron de muerte también en el entretiempo del partido frente a Belgrano que sentenció el descenso del club millonario a la segunda división.
Los hinchas involucrados fueron sancionados con tareas comunitarias.