El técnico holandés Louis Van Gaal se quedó sin comodín el miércoles en el Arena Corinthians, y no pudo hacer ingresar al arquero suplente Tim Krul en el último minuto de la prórroga, como había hecho con éxito en los cuartos de final contra Costa Rica.
La infartante victoria para Argentina recordó tres triunfos históricos en la misma instancia en la década de 1990.
En Italia 1990, Goycochea, suplente que tomó el lugar del lesionado Nery Pumpido, se convirtió en leyenda atajando disparos en dos tandas de penaltis, en cuartos de final ante Yugoslavia y en la semifinal ante los locales.
La Albiceleste perdió la final ante Alemania en Roma 1-0 con un gol justamente de penal de Andreas Brehme que Goyco no estuvo lejos de detener.
Ocho años más tarde, Carlos Lechuga Roa lo emuló nada menos que contra Inglaterra en los octavos de final de Francia-1998, con atajadas a Paul Ince y David Batty para el triunfo 4-3 en la serie tras igualar 2-2 en los 120 minutos.
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Pero desde entonces, la suerte cambió y Argentina sumó tres frustraciones en los penales, la más dolorosa de ellas la eliminación en los cuartos de final del Mundial Alemania-2006 ante los locales, día en que Jens Lehmann tapó los disparos de Esteban Cambiasso y Roberto Ayala.
Antes, en la Copa América-2004 en Perú, la Albiceleste perdió una increíble final contra Brasil que ganaba 2-1 hasta el minuto 90+4 cuando Adriano marcó el empate y llevó el partido a los penales.
Allí, Andrés DAlessandro y Gabriel Heinze fallaron los dos primeros remates, los brasileños marcaron sus cuatro disparos y la Seleao fue campeona.
Más cerca en el tiempo, en otra Copa América, la de 2011 en Argentina, fue Uruguay la que amargó al equipo dirigido entonces por Sergio Batista en los cuartos de final, tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario.
Lionel Messi marcó su penal, pero Fernando Muslera detuvo el de Carlos Tévez -dejado fuera del plantel mundialista de Brasil-2014 por Alejandro Sabella- y los charrúas avanzaron a las semifinales.
Este miércoles en Sao Paulo, en una noche invernal y lluviosa que dio tintes épicos al partido, la fortuna su puso otra vez de lado de la Albiceleste, que se metió en su quinta final de una Copa del Mundo.