Para evitar dicha tendencia, Champagne, de 55 años, aseguró que está dispuesto a crear un fondo mundial que permita la redistribución del dinero entre los clubes.
“Entre 32 clubes se reparten casi el 85 % del dinero de la Liga de Campeones”, resumió.
Una situación que impide que “un equipo noruego, búlgaro o francés que no sea propiedad del Estado pueda aspirar a llegar lejos en competiciones europeas” , subrayó el candidato, que ya formó parte del organismo rector del fútbol mundial entre 1999 y 2010.
En ese periodo llegó a ser secretario general adjunto bajo la presidencia de Blatter, pero las diferencias con la política de la institución le llevaron a abandonar la misma.
Champagne señaló que el Fair Play financiero (medida impulsada por la UEFA y destinada a evitar que los clubes de fútbol gasten más de lo que ingresan) es insuficiente para hacer frente al problema de la desigualdad en la redistribución de los ingresos.
El francés, hasta el momento único candidato a la presidencia de la FIFA, cuyas elecciones tendrán lugar en mayo de 2015, reivindicó asimismo la “homogeneidad” de la que hacía gala el fútbol europeo hace 15 años.
Champagne también criticó la tendencia de los clubes ricos a fichar en el extranjero en vez de apostar por jugadores locales, un escenario que, bajo su punto de vista, debe cambiar “para que los jóvenes que vienen de los centros de formación tenga alguna oportunidad” .
El candidato aseguró que la FIFA no necesita como máximo responsable “ni a un comentarista de televisión, ni a un entrenador, sino alguien que comprenda el funcionamiento del fútbol y de un mundo cada vez más globalizado”.
Champagne lanzó en enero pasado su candidatura a la presidencia de la FIFA. Tanto Blatter como el presidente de la UEFA, Michel Platini, han señalado que se pronunciarán sobre una eventual candidatura tras el Mundial de Brasil.