“La FIFA debe destinar al menos US$440 millones a la reparación de daños sufridos por cientos de miles de trabajadores migrantes víctimas de violaciones de derechos humanos en Qatar durante los preparativos para la Copa del Mundo 2022“, dijo AI en un comunicado.
La entidad con sede en Londres urgió al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, a “trabajar con Catar para establecer un programa de reparación”,
Alegó que desde 2010 se dio una “letanía de abusos”, cuando FIFA concedió a Catar la sede del Mundial-2022 “sin pedir mejoras en sus prácticas laborales”.
“Dado el historial de abusos de derechos humanos en el país, la FIFA sabía –o debería haber sabido– de los riesgos obvios a los trabajadores cuando otorgó el torneo a Qatar“, afirmó Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía.
Agregó que algunos abusos persisten y consideró que 440 millones de dólares es el “mínimo necesario” para cubrir las demandas de compensación.
La suma es cercana al total de premios que otorgará el Mundial. Consultada al respecto, la FIFA dijo que está “evaluando el programa propuesto por Amnistía”, señalando que “implica una amplia gama de infraestructura pública que no es de FIFA ni específica para el Mundial”.
Qatar asegura que ha “trabajado incansablemente” con grupos internacionales por los derechos de los trabajadores en los estadios y otros proyectos para el torneo.
Pero muchas de las críticas se han dirigido a las construcciones fuera del torneo oficial, donde cientos de trabajadores habrían muerto en la última década.
“Se han hecho mejoras importantes en las condiciones de alojamiento, regulaciones de salud y seguridad, mecanismos de reclamo, y compensación por reclutamientos ilegales“, aseguró un portavoz del Supremo Comité de Entrega y Legado, organizador local del torneo.
Amnistía saludó las iniciativas de la FIFA y Qatar para mejorar los sitios de construcción del Mundial y las reformas laborales adoptadas desde 2014.
En 2017, Qatar adoptó el salario mínimo, redujo las horas que se puede trabajar con calor extremo y suprimió normas que limitaban la movilidad de los trabajadores.
Obreros extranjeros, en especial del sur de Asia, conforman más de dos millones de la población catarí de 2,8 millones. Amnistía señaló que los 440 millones representan una “pequeña fracción” de los 6.000 millones de dólares que deberá recibir la FIFA en los próximos cuatro años, en gran parte del Mundial.