Gareth Bale llegó al club madridista por un pagó unos €100 millones al Tottenham en 2013 para convertirse en aquel momento en el traspaso más caro de la historia del futbol.
Durante este tiempo, el galés ofreció un rendimiento intermitente que se vio muy lastrado por las lesiones, lo que le llevó a ganarse una fama de “jugador de cristal”. Lo que sucede ahora es que de alguna forma Asensio, con su espectacular rendimiento.
Bale fue estruendosamente abucheado el domingo ante el Valencia cuando fue sustituido en la segunda parte. Da la sensación de que el Santiago Bernabéu quiere que firme cuanto antes los papeles del divorcio.
Su momento de forma, notoriamente bajo, no le ayuda. Tampoco ese aspecto de jugador “pesado” que tiene actualmente, de futbolista inseguro con la pelota. Y cuando la afición a del Real Madrid señala a un jugador, es muy difícil que le aparte el dedo.
Tan es así que han sido numerosos los artículos de la prensa española pidiendo su venta esta misma semana, antes del 1 de septiembre, cuando se cierra el mercado de fichajes en España.
Precisamente, el diario británico “Daily Star” aseguró que el Manchester United ofreció €105 millones por el galés. No es ningún secreto que es un jugador que le gusta mucho al técnico de los “Red Devils”, José Mourinho, como confirmó él mismo en pretemporada al hablar de su interés.
Sin embargo, no parece probable que Bale vaya a salir del Real Madrid. Al menos, no a corto plazo. Primero, porque es un favorito del presidente, Florentino Pérez.
Segundo, porque también le gusta al técnico francés Zinedine Zidane. Tercero, porque la entidad española se encontraría con un delantero menos a pocos días del cierre del mercado, y sólo tiene a Cristiano Ronaldo y Karim Benzema como puntas de garantías tras la salida de Álvaro Morata.
Y en cuarto lugar, porque Bale es muy feliz en Madrid y con su estilo de vida.