Antes del partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League entre Roma y Feyenoord (1-1), más de 500 seguidores holandeses, bastante borrachos, arrojaron bombas de humo y otros proyectiles contra la policía en la céntrica Plaza de España de la capital transalpina. Más de una quincena de policías resultaron heridos.
Veintitrés seguidores fueron arrestados, indicó el jefe de Gobierno italiano, Matteo Renzi, quien expresó su enfado en la televisión italiana.
“Roma devastada y herida. En contacto con el prefecto, la policía, y la embajada de Holanda. Esto no se detendrá aquí”, comentó el alcalde de Roma en su cuenta de Twitter.
No hubo ningún accidente al finalizar el partido. Los aficionados holandeses fueron escoltados a las estaciones y el aeropuerto de la ciudad con destino a los Países Bajos, según los medios italianos.