Suazo, quien nació en 1979 y se retiró del fútbol a los 32 años después de una experiencia de más de diez años en Italia y Portugal, enfatizó que debe “hacer algo para pagar todo el afecto que me ha dado la gente, poder transmitirle a los muchachos hondureños todo lo que aprendí en Europa” .
El otrora delantero hondureño brilló a fuerza de goles en el Cagliari, al que llegó en 1999 y del que ahora es entrenador de la categoría inferior sub 17.
En el Inter, con menos goles que en el Cagliari, fue campeón en 2008, aunque en esa temporada tuvo poca participación. En el Calcio Catania jugó sus últimos años como futbolista profesional.
Cuando Honduras buscaba la clasificación para el Mundial de Sudáfrica 2010, Suazo no jugó varios partidos con la selección de su país, lo que obedeció a una cadena de lesiones, las que fueron en aumento y al final le alejaron del fútbol.
Suazo, quien se caracterizaba por su velocidad y fuerza, relató pasajes de su vida a inicios del presente siglo en Italia, adonde llego después de un paso fugaz en el fútbol hondureño, del que saltó al Cagliari y llegó a ser su máximo goleador.
En su opinión, para que el fútbol de su país siga teniendo buenos jugadores, como muchos de su época y el siglo pasado que militaron en clubes de América y Europa, se debe trabajar con las bases y los jóvenes que ahora sobresalen, como los sub 17 y sub 20 que este año han clasificado a los mundiales de India y Corea del Sur.