El conflicto nace por la oposición de la AFE y de la Federación Española de Futbol (RFEF) al nuevo sistema de reparto de los derechos televisivos aprobado por el gobierno español con el apoyo de la LFP, reclamando una mayor porción de estos ingresos para los clubes de segunda división.
Destacados jugadores del Real Madrid y el Barcelona, como Iker Casillas o Xavi Hernández, apoyaron la huelga que amenaza con cancelar las últimas dos jornadas del campeonato y otorgar prematuramente el título de Liga para el equipo catalán, actualmente líder la competición.
La protesta, que empieza este fin de semana, también podría afectar a la final de la Copa del Rey del 30 de mayo entre Barcelona y Athletic de Bilbao.
En una vista celebrada este miércoles, los abogados de ambas partes discutieron si los futbolistas tienen derecho a celebrar esta huelga en contra del nuevo sistema de repartición de los ingresos televisivos de la Liga, que debería garantizar mayores beneficios para los clubes y un reparto más equilibrado.
El presidente de la AFE, Luis Rubiales, se mostró confiado en que la justicia no impedirá su protesta. “Estoy convencido de que es una huelga legal”, dijo a los periodistas fuera de la audiencia.
“Nuestro abogado ha podido desmontar una a una todas las cuestiones planteadas por la otra parte”, añadió.
La opinión de la LFP es completamente opuesta. “Yo siempre he dicho que la huelga es ilegal. A partir de ahora, ya corresponde la decisión a la sala de justicia”, dijo su presidente Javier Tebas.
A pesar del conflicto abierto, Rubielas mostró “la mano tendida para reunirnos con quien sea necesario para poder solucionar un problema grave al que nos hemos visto abocados”.