“El caso es poco habitual en nuestro fútbol y la Liga dirigió una petición al comité de ética de la Federación Rusa de Futbol (RFS) para que se les imponga una suspensión de por vida”, declaró el miércoles el portavoz de la RPL, Serguei Alekseiev.
Después de más de un día y medio de silencio y de que la policía amenazase con una orden de detención contra él, Pavel Mamaev se presentó el miércoles por la tarde ante la policía.
Alexander Kokorin, quien participó asimismo en la noche de juerga junto a Mamaev, finalmente también se personó ante la policía.
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La gravedad de los hechos se vio reforzada por los insultos racistas que los dos jugadores habrían lanzado a Denis Pak, de origen coreano, según su abogado Guennadi Oudounian.
El Krasnodar prometió poner fin al contrato de Mamaev, asegurando que recibiría “todas las sanciones posibles”, mientras que el Zenit San Petersburgo se mostró “asqueado” por el comportamiento de Alexander Kokorin.
Kokorin y Mamaev, que se enfrentaron el domingo en el Zenit-Krasnodar, son amigos y ya estuvieron suspendidos por su federación en julio de 2016 tras la divulgación de un vídeo de una velada con mucho alcohol en Mónaco, algunos días después de la eliminación de Rusia de la Eurocopa 2016.
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