Joachim Löw rechazó responder a las preguntas sobre el equipo holandés, en proceso de reconstrucción después de haber fracasado en la clasificación para la Eurocopa-2016, eludiendo todo componente deportivo de este partido que se disputará en Hannover.
“Deseo ardientemente que esta rivalidad deportiva tan arraigada pase mañana a un segundo plano. Si entendemos el partido de esta forma, entonces habremos ganado, independientemente del resultado”, prosiguió el técnico.
Löw no espera sin embargo “las olas o un ambiente festivo en el estadio, sería inapropiado. Lo más importante es la unidad”.
Pese a la incertidumbre después de la serie de ataques perpetrados el viernes en París, que han provocado la muerte de al menos 129 personas, este partido amistoso fue mantenido y la canciller Angela Merkel y varios miembros de su gobierno acudirán al estadio.
“Nuestro mensaje es claro: no nos dejaremos arrebatar nuestra forma de vida. No debemos conceder a los terroristas la victoria que constituiría la anulación del partido”, declaró el lunes el ministro de Justicia Heiko Maas.
“Estaría muy bien que se cantase la Marsellesa (al inicio del partido) para mostrar nuestra unión con Francia”, remarcó el vicecanciller y ministro de Economía, Signar Gabriel.