En 1983 repentinamente dejó de atajar y apareció en la banca del desaparecido Oaxtepec.
“Los vivos viven de los tontos y el che Lavolpe sabrá acomodarse a base de artimañas o de lo que esté a su alcance para vivir como rey y sacar muchas divisas del país”, escribió Jaime Gómez, histórico portero del Guadalajara en los años 60, en una columna publicada en el periódico el Informador, el 6 de octubre de 1983, dos días antes del debut del argentino como entrenador.
Lavolpe siguió su andar en la dirección técnica y consiguió sus mejores momentos en la liga local con el Atlante. Lo hizo líder en la temporada 1991-92 y en la 1992-93 lo coronó.
En ese equipo, el argentino hizo escuela en una generación de jugadores, de los cuales algunos dirigen actualmente y han sido campeones de liga: Miguel Herrera y José Guadalupe Cruz son sus alumnos más aventajados.
Lavolpe siguió en el Atlante y en la temporada 1994-95 tuvo como jugador a Hugo Sánchez. Para entonces, los tratos duros del argentino a sus dirigidos eran muy conocidos, y esto trajo fricciones con el goleador. En una pretemporada en Austria estuvieron a punto de liarse a golpes.
En 1996, Lavolpe llegó a la banca del América, pero apenas duró tres partidos y dejó recuerdos desagradables.
“Para Lavolpe todos los jugadores no sabíamos nada, el que sabía era él. Tiene mucha calidad pero su problema es que siempre te decía yo, yo, yo, yo y te hablaba de Argentina en 1978 cuando él era el tercer portero de la selección”, recuerda Franois Omam-Biyik, delantero de ese América. “Yo choqué con él” , completa el camerunés.
En ese América, el argentino tuvo roces con los jugadores que iniciaban, especialmente con Cuauhtémoc Blanco.
“A los que explotaba era a los jóvenes, como que nos picaba el orgullo buscando el funcionamiento del equipo, a lo mejor donde se equivocó don Ricardo fue en las formas porque te exhibía”, apunta el mediocampista Raúl Rodrigo Lara.
Franois Omam-Biyik, ex delantero del América
Lavolpe encontró lugar en el Atlas y ahí, con un puñado de muchachos, donde ya despuntaba Rafael Márquez, tuvo un equipo espectacular muy recordado porque fue el que mejor interpretó el 5-3-2, su dibujo táctico preferido.
Al mando de México
Del Atlas pasó al Toluca y ahí estaba encaminado al campeonato del Apertura-2002, pero en octubre de ese año le dieron la dirección técnica de la selección mexicana.
El argentino siguió de cerca al Toluca el resto del torneo, incluso iba al estadio, y aunque el técnico era su compatriota Alberto Jorge, a Lavolpe lo consideran -no de manera oficial- el autor intelectual de ese título por su asesoría.
En la selección mexicana, Lavolpe dio buenas cuentas. Ganó la Copa Oro-2003, lució en la Copa Confederaciones-2005 y clasificó caminando al Mundial de Alemania-2006, al que no llevó a Blanco por su enemistad y en el que su estilo de juego cautivó al técnico español Josep Guardiola.
“Ricardo Lavolpe ha escogido que su defensa salga jugando, no que empiece jugando, que es otra cosa”, escribió Guardiola en el diario El País el 13 de junio de 2006.
A Guardiola le fascinó la obsesión que mostraba el argentino en los entrenamientos. “Al más mínimo error en un pase, o no ensanchar el campo estirándolo como si fuera una goma hasta las líneas de banda, o no jugar con el portero cuando se debía jugar, repito al más mínimo error, vuelta a empezar”.
Con Lavolpe un buen número de mexicanos lucieron y fueron exportados a Europa como Salcido, Osorio, Galindo, Pardo, Guardado y Borgetti.
Fuera de México, Lavolpe ha tenido tropiezos. En 2006 recibió al Boca Juniors de Argentina encaminado al título y se le fue ante Estudiantes de La Plata. También decepcionó en su paso por la selección de Costa Rica.
El regreso al América
En su etapa con la selección se habló mucho de las cábalas que Lavolpe practica desde que dirige, como pedirle a los jugadores que acariciaran los testículos a la estatua de un caballo, usar corbatas con dragones o, en una noche de concentración, hacer que sus futbolistas escribieran sus temores en un papel para meterlos en un ataúd y enterrarlos.
En 2014, Lavolpe fue contratado por el Guadalajara y salió de ahí unas cuantas semanas después acusado de acosar a una podóloga del club.
“Hoy el Poder Judicial de Jalisco ha declarado mi inocencia en acusaciones que se armaron cuando estaba en Chivas”, escribió Lavolpe en Twitter hace unos días, aunque el caso sigue abierto.
En 2016, a 20 años de su fracaso, Lavolpe regresó al América. Cuando menos lo esperaba le llegó la oportunidad de celebrar el centenario del club y llevarlo al Mundial de Clubes. El llamado Bigotón ha dicho que si vencen al Real Madrid, se retirará.
A 33 años de sus inicios como técnico, Lavolpe, solo desea que reconozcan en él a “alguien que vino, trabajó y dejó algo”.