Daka, de 185 centímetros, es delantero centro y firmó la mitad de los tantos que su equipo logró en esta jornada y que apuntan hacia su séptimo trofeo consecutivo, el decimocuarto en la historia del club que ahora entrena el estadounidense Jesse Marsch.
Unos pocos partidos han servido a Daka para dar un paso al frente y llenar el vacío dejado por el noruego Erling Haaland, que en el pasado mercado invernal abandonó al campeón austríaco para ir al Borussia Dortmund alemán y convertirse en uno de los jugadores de moda en el Viejo Continente.
Daka firmó tres goles en cuarenta y cinco minutos en el partido contra el Hartberg. Acumula veintiuno en veintitrés partidos con el Salzburgo, que hace poco le amplió el contrato. Registra el zambiano ahora una media superior a la que logró Haaland, su predecesor.
Tal y como sucedió con el noruego, puede ser Daka el que atraviese la frontera hacia Alemania el próximo verano. El Leipzig, que asume la marcha de Timo Werner, ya ha echado el ojo al atacante africano, que acaparó elogios en la goleada que completaron su compatriota Enock Mwepu, el maliense Sekou Koita y el suizo Noah Okafor.
El LASK Linz, que dominó gran parte de la temporada y aspiraba al título, dio un paso atrás en el campo del Wolfsberger (3-3), y eso que evitó la derrota con un gol en el último minuto de Samuel Tetteh.