Ambos clubes son propiedad de estados soberanos del Golfo Pérsico. Catar compró el PSG en 2011 por medio de la empresa QSI y Abu Dabi se hizo en 2008 con el City a través de ADUG y ambos se han beneficiado los últimos años de una gran pujanza financiera.
Desde 2008, los Citizens no habían logrado hasta el martes ninguna actuación significativa en Europa pese a los más de 1.000 millones de euros invertidos en fichajes.
Peor, las debacles continentales de los primeros años le valieron algunas críticas y parecían indicar que el PSG había tomado la delantera.
Pero, el resultado del martes ofrece una lectura totalmente diferente del pasado reciente.
Tras dos eliminaciones en la fase de grupos, los siguientes dos cursos, el City alcanzó por primera vez en su historia los octavos de final de la Liga de Campeones. En sus primeras eliminatorias europeas, siempre se encontró con el Barcelona, que le eliminó.
En 2014 y 2015, puede que el equipo de Mánchester no mereciera ir más allá, pero la flagrante diferencia de nivel con respecto al Bara sirvió de pararrayos al equipo y le permitió seguir trabajando con serenidad.
Su emparejamiento con el PSG esta temporada en cuartos, le dio una oportunidad y el City, con sus defectos y límites, no la desperdició y se coló entre los cuatro mejores equipos del continente.