Era un día de fiesta en Rennes por el bautismo oficial del Roazhon Park, nueva denominación de su viejo estadio de la Route de Lorient: espectáculo pirotécnico, animación callejera y el himno bretón “Bro gozh ma zadou”, cantado a capella por Alan Stivell antes del partido.
Todo estaba preparado para una gran fiesta, menos el resultado, ya que el empate deja una sensación agridulce después del gran inicio de temporada del equipo local.
El franco-marroquí Sofiane Boufal adelantó al Lille en el 49 y el Rennes pudo al menos salvar un punto en el 74, con el tanto de Paul-Georges Ntep.
“Ha sido difícil. Tuvimos el mérito de no rendirnos, de buscar la remontada. Creo que el Lille no merecía ganar. En el final podíamos haber insistido más”, declaró el técnico del Rennes, Philippe Montanier.
El sábado continúa la sexta jornada con cinco partidos, con la visita del París Saint-Germain a Reims como choque destacado.
El domingo se jugarán cuatro partidos, entre ellos un atractivo pulso entre Marsella (12) y Mónaco (8).