El oficio de San Lorenzo y el desgaste físico de los dirigidos por Leonardo Ramos explican en gran parte el triunfo del Ciclón.
Con la victoria, San Lorenzo lidera las posiciones del denominado grupo de la muerte junto a Corinthians, que el miércoles venció a su archirrival Sao Paulo.
El mítico estadio Centenario -con poco más de 5.000 hinchas en sus tribunas- albergó un dinámico inicio del partido, que tuvo un entretenido ida y vuelta.
Los dirigidos por Edgardo Patón Bauzá -que rompieron el maleficio en la pasada edición y se quedaron con el título por primera vez en su historia- manejaban con mayor criterio el balón, pero Danubio golpeó primero.
El partido
A los 10 minutos, Castro se posicionó en el área del Ciclón y cuando la defensa parecía tener el control de la situación el delantero se las ingenió para sacar un remate mordido entre tres hombres que se transformó en la apertura del marcador para Danubio.
El gol del equipo local sacudió a los visitantes que guiados por el habilidoso Leandro Romagnoli salieron a buscar el arco defendido por Franco Torgnascioli.
Sin mostrar desesperación, el equipo de Bauza siguió presionando las líneas de Danubio, pero careció de peso ofensivo en el área para tumbar a su rival.
Mientras que los dirigidos por Leonardo Ramos -que en su etapa de jugador formó parte del fútbol argentino- aprovecharon los espacios que su rival dejaba en defensa, sobre todo por las bandas, para llegar con peligro.
Un centro desde la izquierda habilitó a Castro a la media hora, pero Sebastián Torrico reaccionó con una buena atajada que alejó el peligro de su arco.
Lo más cercano al gol del equipo de los amores del papa Francisco llegó por un tiro libre ejecutado por Matías Catalán que atajó el arquero Torgnascioli.