Con su agónico triunfo sobre el Wolfsburgo, el Hamburgo evitó tener que disputar la promoción con un equipo de segunda división para mantener su posición en la máxima categoría del fútbol alemán.
Apenas terminado el partido, cientos de fanáticos invadieron el campo y celebraron el logro, momento en el que aprovecharon los hinchas para llevarse el travesaño.
El Hamburgo es el único equipo alemán que nunca descendió a la segunda división desde la creación de la Bundesliga en 1963.