En un comunicado, la Fesfut difundió una carta de los jugadores de “la selecta” en la que plantean sus peticiones, referidas en su mayoría a asuntos económicos.
Los jugadores exigen que, además de su salario, se les pague un bono de entre US$1 mil US$2 mil dólares simplemente por ser convocados a la selección.
En el arranque de la cuarta fase de la clasificatoria de la Concacaf al Mundial Rusia-2018, la escuadra salvadoreña debe enfrentar de visita, en el estadio Azteca, a la selección de México el 13 de noviembre.
Los jugadores también pretenden que la Fesfut se comprometa a pagarles premios de US$1 mil 500 dólares a cada jugador por cada punto obtenido de visita, llegando a US$4 mil 500 dólares en caso de una victoria.
Para los partidos de locales, los jugadores pidieron US$1 mil 500 dólares por un empate y US$3 mil por la victoria.
Los seleccionados también exigen US$100 dólares diarios por viáticos cuando viajan a disputar partidos al exterior y que todos sus reclamos monetarios les sean otorgados libres de impuestos.
Pero los reclamos no se quedan ahí: también piden que durante las concentraciones como locales sean alojados en un “hotel mínimo cuatro estrellas” y que sean transportados en un autobús moderno.
Ante las demandas, Carrillo indicó que los jugadores deben estar conscientes de que las arcas de la Fesfut no están en las mejores condiciones.
El técnico de la escuadra salvadoreña, el hondureño Ramón “Primitivo” Maradiaga, aseguró que hará una nueva convocatoria de seleccionados a inicios de noviembre.
“Se va a buscar una opción adecuada para enfrentar los compromisos, y en ese caso lo que me corresponde a mí es hacer una nueva convocatoria, buscar jugadores que tengan posibilidad de adaptarse a lo que nosotros pretendemos en la parte futbolística”, dijo Maradiaga en una rueda de prensa.
El estratega señaló que la directiva de la Fesfut buscará la cooperación de los dirigentes de los clubes de la primera división para que cedan nuevos jugadores al cuadro nacional.
La situación generó duras críticas en redes sociales por parte de aficionados que le reclamaron a los jugadores su “poco amor por la camiseta”.