En la espalda se instala un chip que recogerá toda la información de la red de sensores biométricos -que miden el ritmo cardíaco entre otros parámetros- distribuidos en la camiseta y enviará por un sistema inalámbrico todos los datos a un ordenador remoto.
La Euroliga estrenará el sistema, ideado por la compañía FirstVision, en su partido estrella de la próxima jornada, el Real Madrid-Barsa del jueves que se podrá ver en más de 150 países.
Esta iniciativa, en la que también han colaborado la Euroliga y Canal +, ya ha sido probada en una sesión de entrenamiento por algunos jugadores del Barcelona, con la idea de poder utilizar estas minicámaras en algún partido próximamente.
“Me sentí muy bien con la cámara, no limita los movimientos y no es un artilugio pesado. Es como cuando llevas una camiseta de compresión ajustada. Creo que le dará a los aficionados la posibilidad de ver las acciones del juego desde otro punto de vista”, ha dicho el pívot barcelonista Maciej Lampe.
El polaco ha comentado que nunca antes había visto a nadie jugar con una minicámara en el pecho. “Es muy interesante”, ha dicho Lampe.
“Te sientes bien y puedes jugar con total normalidad. No pesa y creo que es interesante para que los aficionados puedan tener imágenes muy cercanas de la acción del juego”, ha comentado el escolta barcelonista Edwin Jackson.
No es la primera vez que la Euroliga utiliza la tecnología en la mejora del espectáculo. Este jueves será la utilización de esas minicámaras, pero el año pasado fue el uso de las gafas de Google para ofrecer imágenes subjetivas.
“El objetivo de la Euroliga es adoptar la tecnología de vanguardia y ofrecer a los espectadores todas las herramientas para disfrutar del baloncesto”, ha asegurado el presidente de la Euroliga, Jordi Bertomeu.
Las pruebas realizadas demuestran que la visión subjetiva no es una utopía. “Los aficionados son piezas fundamentales en el espectáculo y cualquiera quiere comprobar las emociones de los jugadores sobre la pista”, ha asegurado el director general de First Vision, José Antonio Ildefonso.