La organización debe entregar el estadio terminado el próximo 20 de mayo. Tres obreros fallecieron allí en los últimos meses: dos en noviembre y otro en marzo.
El martes por la tarde, Valcke viajará a Curitiba (al sur del país) para inspeccionar el Arena da Baixada, que se mantuvo en el programa a última hora a mediados de febrero.
El miércoles, el secretario general de la FIFA se presentará en Cuiaba (centro), otro de los estadios que están sin terminar. El cuarto y último es el de Porto Alegre, cuyas estructuras temporales están aún por terminar, a pesar de haberse inaugurado y de estar operativo.
El jueves, Valcke irá a Fortaleza (noreste) para visitar en Aterro de Iracema la “Fan fest”, una zona gratuita y al aire libre que permitirá reunirse a los aficionados para presenciar los partidos en pantallas gigantes. El estadio de Fortaleza ya está listo y se utilizó incluso en la Copa Confederaciones, en junio pasado.
El viernes, el francés cerrará su periplo en Brasil con una conferencia de prensa a mediodía.
La última visita de Valcke a Brasil se remonta a finales de marzo. Entonces, insistió en la implementación de estructuras temporales y estimó que los retrasos constatados en los estadios, que debían ser entregados a finales de diciembre de 2013, suponían una lección para la FIFA, que preparará de forma diferente las próximas Copas del Mundo.