Fútbol Internacional

VIDEO: Con el 30 comenzó todo y ¿con el 30 terminará todo? Leo Messi usará este número y así anotó su primer gol

El primer gol de Leo Messi con el Barcelona fue el 1 de mayo de 2005. En aquella oportunidad usaba el dorsal 30. Ingresó de cambio. Frank Rijkaard era el técnico. Ronaldinho Gaucho era la estrella, era el 10, y quien guiaba el camino del Barsa. Una magistral asistencia del brasileño le abrió el camino al argentino que ahora comienza una nueva era en Francia, a sus 34 años.

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Lionel Messi usará el dorsal 30 en el PSG. Aquel número fue el que utilizó cuando debutó con el Barcelona. Luego vistió el 19 y finalmente el 10 con el que se despidió del cuadro blaugrana. Foto Prensa Libre: Agencias.

Lionel Messi usará el dorsal 30 en el PSG. Aquel número fue el que utilizó cuando debutó con el Barcelona. Luego vistió el 19 y finalmente el 10 con el que se despidió del cuadro blaugrana. Foto Prensa Libre: Agencias.

La historia de Leo Messi estará ligada al Barcelona siempre. Fue allí donde hizo su carrera, donde lo ganó todo. Quiso quedarse, pero no fue así. En Paris le abrió la puerta el equipo más poderoso no solo en futbol sino en recursos económicos.

Llegó para conformar un equipo de galácticos, como alguna vez lo hizo el Real Madrid de Florentino Pérez. Esta vez el escenario no fue España, sino Francia. A Leo lo esperaba una multitud como un rey, como quien ha ganado los balones de oro que ha querido y se ha coronado no solo en España sino en Europa.

Messi llegó para hacer mucho más grande al PSG, y sobre todo, para intentar ganar de una buena vez la Champions League. Leo Messi llegó con un pasado que comenzó con el dorsal 30, con el que anotó sus primeros goles en LaLiga y en la Champions League.

Su primer gol con el Barcelona ocurrió un 1 de mayo de 2005 en el Camp Nou. Leo tenía 17 años cuando lo convirtió. Lo logró en el segundo intento y en ambos tuvo que ver Ronaldinho Gaucho, su maestro y a quien sustituyó para liderar al cuadro catalán.

Fue un calco. El brasileño le dio dos pases perfectos. Él se las ingenió para hacer el “sombrerito”, o vaselina, como le dicen en Europa, a ambas jugadas. En la primera chance marcaron fuera de lugar aun cuando había superado al entonces portero del Albacete, Raúl Valbuena.

Luego llegó la segunda oportunidad. Esta vez fue válido y el rosarino lo celebró como loco. Ronaldinho lo llevó cargado como acostumbraba hacer. Desde entonces parecía que la historia estaba escrita. El 30 sobre el 10. El heredero estaba tomando su lugar dentro del Barcelona, y así fue.

Frank Rijkaard esperó antes de hacerlo ingresar en el minuto 88 en lugar de Samuel Eto’o, que había marcado el 1-0. Apenas unos segundos tardó en batir a Valbuena, pero el gol no subió al marcador hasta que calcó la acción, dos minutos más tarde, para apuntar el 2 a 0 con el que acabó el partido.

Ahora en el PSG usará el número 30. Neymar, su amigo, le ofreció el 10, pero declinó. Quería llegar como uno más al vestuario. Tampoco será el capitán. Messi quiere hacer su propia, y nueva, historia en el equipo parisino.

Falta ahora ver la evolución de este equipo que se ha reforzado no solo con Messi sino con Sergio Ramos, el rival del argentino siempre en España cuando jugaban los Clásicos entre el Real Madrid y Barcelona. Ahora serán compañeros.

Messi portará el 30 como una señal de que con este inició su carrera y con él podría darle fin, si es que así se dan las cosas en el futuro. Falta mucho tiempo todavía por delante, y sobre todo, faltan momentos para disfrutar de “La Pulga”, que sigue haciendo historia.