
“Hay un video de mi accidente, pero no lo quiero ni ver. Recuerdo que justo en el momento de la lesión mi pie estaba colgando. Nunca había sufrido algo así en mi carrera”, recordó Silva.
Cerca del final del primer tiempo del partido entre Rosario FC y la Nueva Concepción, una jugada que no parecía ser de peligro entre Pablo Solórzano y Silva tuvo un desenlace fatal.
Desde que Silva cayó a la gramilla y se quejaba del dolor se dedujo que sería algo serio.
Después de haber recibido los primeros auxilios fue traslado a un centro médico, y el diagnóstico fue aterrador: fractura de tibia y peroné.
Esa misma noche fue operado quirúrgicamente y al día siguiente convalecía en una cama, arropado por la solidaridad de la visita del cariño de sus compañeros de equipo. Después de algunos días, Silva ha dado muestras de recuperación.
“Me siento bien y confío junto a los médicos que me están tratando en que pronto estaré de regreso”, dijo el jugador.
Silva se perderá el resto del torneo, y aunque es optimista, su recuperación llevará como mínimo un año, según los especialistas.
“Me pone triste esta situación. Vine a Xela después de dos años y medio, en los que estuve en Honduras. Trabajé para adaptarme al clima, la cancha, y ya estaba retomando mi nivel y justo me pasa esto. Tenía muchas ganas de jugar”, lamentó el delantero brasileño.
Cinco clavos le fueron colocados a Silva en la pierna derecha. “El próximo 4 de marzo inicio trabajo de fisioterapia. De momento estoy tomando medicina para calmar el dolor y disminuir la inflamación. Los doctores me han dicho que evoluciono bien”, comentó el brasileño de 35 años.