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Municipal: cerca del abismo 

Perder el clásico 290 evoca los espantos y hace recordar de todos los tragos amargos que le ha tocado vivir a Municipal en los últimos años y que solo depende de la falta de un proyecto real de trabajo de base que permita brotar una nueva generación de jugadores, como la que surgió con Juan Carlos Plata, German Ruano, Gonzalo Romero y Mario Acevedo, entre otros, que dejaron plasmado su nombre con el penta en el Clausura 2006.

Si bien los escarlatas mantienen su proyección en las inferiores, ya es un letargo hastiado para que surja un nuevo guía, que sea el referente, como Carlos el Pescado  Ruiz, hombre de la casa que comenzó su carrera en las inferiores en 1995. En el actual torneo, Pedro Altán ha dado destellos de buen futbolista, al igual que Cristian Jiménez y Mauro Portillo, quienes no han terminado de brillar y se han estancado.

Para Selvyn Ponciano, gerente de Municipal, en opinión personal, la llegada del uruguayo Gustavo Machaín al banquillo, siendo entrenador de las fuerzas básicas, abre la posibilidad para apostar a un proyecto a  mediano plazo. “Se da un paso de poner alguien de la casa. Él conoce  el trabajo de los juveniles y sabe de sus cualidades”, explicó.

Las decisiones dirigenciales en la elección de sus entrenadores y de los jugadores extranjeros también son otra situación que han llevado a la debacle de un equipo que vive con respiración artificial, y que de no ganar el título en el Apertura 2015 cumplirá cuatro años de sequía, y deja al desnudo su juego rústico y poco atractivo.

Desde la salida del argentino Trossero tras ganar el penta, por una mejor oferta del club Al Shabab de la primera división de Arabia Saudita, comenzó el desfile de 13 entrenadores, entre ellos el mismo Trossero, quien dirigió por segunda ocasión a los rojos en el Apertura 2015.

En esa hilera de entrenadores se destaca desde el paraguayo Aníbal Ruiz, que fue más discurso que trabajo en el campo,  hasta el paso del hondureño Ramón Maradiaga, gran conocido por los guatemaltecos por haber dirigido a Selección Nacional.

Hasta el Apertura 2011, los rojos estaban sobrados de júbilo. Ya con la vertiente hacia lo precario de ahora, con un golpe de suerte, de la mano del  técnico tico Javier Delgado, se  adjudicaron el último título —29— que han ganado, extendiendo así su dominio al ganar el cetro 14 de 27 que se disputaban en torneos cortos. En ese momento, los albos solo tenían siete copas en el nuevo formato.

En decadencia

En los últimos 10 años, salvo la quinta del penta, Municipal ha olvidado su grandeza. Lejos ha quedado la época dorada de los años sesenta, cuando ganaron dos Copas Internacionales y tres ligas de la mano del argentino Luis Grill Prieto (q.e.p.d.); o bien  1974, cuando se adjudicaron la Copa Fraternidad Centroamericana y la Copa de Campeones de la Concacaf con el uruguayo Rubén Amorín (q.e.p.d.), con una camada de jugadores como José Emilio Mitrovich, Julio César Anderson y Alberto López Oliva, entre otros.

En la retrospectiva de los torneos, los rojos están a dos partidos de quedar fuera por segunda ocasión de las fases finales, como sucedió en el Clausura 2013, cuando sumaron 21 puntos y terminaron en el penúltimo lugar.

En el Clausura 2014 tuvieron a bien pasar a la siguiente fase, siendo séptimos en la clasificación con 31 unidades, gracias a que la Liga Nacional había establecido que los ocho primeros equipos avanzaban.

Lo que sí está definido es que los escarlatas suman 10 torneos que no alcanzan ganar la fase de clasificación. La última vez fue en Clausura 2011. En ese entonces sumaron 37 puntos.

Municipal debe apostar a la renovación y las decisiones más coherentes si quiere reivindicarse con su historia.

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