Hace seis meses un grupo de seguidores cobaneros apedrearon el autobús del cuadro pechoamarillo, también en la instancia de semifinales.
Todo pintaba para que fuera una fiesta total: un marco impresionante de público, dos equipos con buen futbol, el pase a la final en juego, entre otros factores.
Pero, la violencia se hizo presente de nuevo y la fiesta se transformó en pesadilla para el balompié nacional.
En los memes los internautas critican el actuar del aficionado cobanero y generalizan por lo sucedido en el torneo anterior cuando a pedradas algunos seguidores cobaneros destruyeron el transporte de los orientales, lo que le costó más de Q50 mil quetzales a los dirigentes del equipo altaverapacense.
Este es un capitulo triste del futbol, el cual debe de ser un llamado a la reflexión para todos y los dirigentes y autoridades deben tomar cartas en el asunto.
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Los aficionados capturaron al presunto responsable de haber lanzado el botellazo al árbitro y la policía lo llevó a la cárcel.
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