La empresa familiar empezó con dos personas, luego pasó a tener seis trabajadores y en la actualidad tiene 160 puestos de trabajo con unos 15 mil productos en su catálogo.
Al inició los cargos de dirección los tenía la familia, ahora, con los años y el crecimiento, la empresa cuenta con 12 gerencias, de las cuales cuatro están a cargo de integrantes de la familia y el resto son personas que han trabajado por muchos años con ellos y han ascendido en sus puestos.
Los fundadores fueron Montenegro y su tío Marco Tulio Rivera, quien es el director general.
La idea surgió del trabajo que Rivera hacía en una empresa productora de caucho, en la que conoció los productos de tipo industrial. Por ello, la primera línea que Llamasa —conocida antes como Llantas y Mangueras, S. A.— comercializó fueron las llantas, con el transcurso de los años pasaron la unidad de llantas a otra empresa, explicó.
Respecto a mangueras empezaron con las hidráulicas y luego incorporaron las de tipo industrial, automotrices, fajas y la línea de bandas transportadoras. Precisamente esas son las tres líneas en las que se desarrolla ahora la empresa.
Como en toda empresa familiar que está empezando “hacíamos de todo un poco” como contactar proveedores, administración y papeleo, reclutamiento de personal, retirar mercadería de las aduanas, contactar clientes, vender y entregar. Al inició Montenegro era el único empleado y su tío, su jefe inmediato.
Conocer el mercado
Una de las anécdotas que recuerda es que “al abrir un negocio y colocar un rótulo que anunciaba venta de mangueras no sabíamos de tantos tipos y aplicaciones diferentes que hay para estas”, dijo Montenegro.
“Fue mucho trabajo de campo lo que me formó, desde salir a tocar puertas, buscar clientes, hacer soldaduras, ensambles y aprender sobre gerencia”, Édgar Montenegro, gerente general de Llamasa
“Nos dimos cuenta de que así como habían personas que pensaban que una manguera se vende nada más para aplicaciones de jardín hay otras que la requerían para timón hidráulico, aire acondicionado, para producción de alimentos, químicos, petróleo”.
Les llevó alrededor de cinco años conocer el mercado e incorporar productos al portafolio, indica. Y, precisamente esa fue la labor que hicieron, contactar proveedores, conocer la demanda y el mercado.
Constante exploración
La empresa ha mostrado crecimiento constante, pero la otra clave, comenta Montenegro, ha sido ser proactivos en la búsqueda de oportunidades y mantienen contactos con clientes de sectores como azúcar, minería, puertos, agregados, cemento, transporte.
Este mes Llamasa inauguró nuevas instalaciones en el kilómetro 36.5 a Palín, Escuintla, en las cuales invirtió Q20 millones.La intención es atender la demanda del sur del país, además de trasladar su área de fajas y transportadores a ese lugar.
Además, incorporar servicios con cada línea de mangueras, fajas o transportadores que ofrecen, como ensamble, limpieza, instalación, selección y capacitación. Aspecto que se ha vuelto un valor agregado y ha permitido el crecimiento del negocio.
Para adecuarse a los cambios de la demanda y formas de dirigir una empresa, Montenegro estudió cursos de Mercadotecnia y Administración de Empresas, pero sus acciones se han complementado en el campo, además de la importancia de mantenerse en contacto con el cliente.
Llamasa no es fabricante, pero una de las medidas que impulsan es incorporar productos de proveedores que se mantienen en constante investigación y desarrollo, por eso “siempre hay nuevos productos que ofrecer, con mejor rendimiento, tecnología”, aspecto que les ha ayudado a adaptarse a la demanda y ampliar su oferta.
Escuchar y reinvertir
Como ejecutivo, dijo Montenegro, que otro de los puntos que considera importantes es el impulso de la cultura de escuchar a los clientes y al personal. Luego pueden adaptar a los servicios y administración ideas que clientes o personal les provee.
“Como gerencia no tenemos todas las respuestas a las necesidades, entonces escuchar es sumamente importante, y ha sido básico el desarrollo y crecimiento”.
Ese crecimiento ha ido de la mano con la política de reinversión. “Durante 30 años no hemos dejado de invertir y eso nos ha dado una solidez, un crecimiento”.
Esa visión la aprendió de dos catedráticos que también eran exitosos en el medio empresarial. Uno de ellos le dijo que el éxito de su empresa era haber empezado pequeña, pero reinvertir para hacerla crecer. Y el otro comentaba la parte de administrar, lograr que se hicieran las cosas por medio de otras personas, poder delegar, supervisar, capacitar e ir creciendo.
El gran reto de la segunda generación
- Como familia ya se ha incorporado a la empresa una segunda generación.
- Para separar su vida familiar de la laboral, Montenegro se reúne frecuentemente con la familia, que decidió que en esas reuniones no se hable del negocio, aspecto que considera “muy sano”.
- Escuchar tanto a los trabajadores de la empresa como a los clientes es otra de las acciones que implementa el ejecutivo en la empresa que dirige.
- Dar capacitación y fundamentarse en valores, desde la gerencia, mandos medios y el resto de la organización, agrega el ejecutivo.
Contenido relacionado
> Con tercer edificio, el Tec impulsará innovación empresarial
> La historia detrás de la estadía del Rey Felipe VI en un hotel de Antigua Guatemala
> Los campeones guatemaltecos que buscan medallas en el mercado de las crepas