Además, Fitch argumentó que la deuda pública comenzó a bajar —de 81% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012 a 79.5% en 2013—, lo que distingue a Alemania —la primera economía europea— de Estados Unidos, Francia o Reino Unido.
La crisis en la zona euro, que hipotecaba la salud financiera de Alemania, primer contribuyente de los planes de rescate de los países con dificultades, se ha calmado y los riesgos que emanan del sector bancario alemán son débiles, agregó Fitch.
Las tres mayores agencias de calificación mundiales, Fitch, Standard & Poors y Moodys otorgan la máxima nota a la deuda soberana alemana. Moodys rebajó en julio del 2012 la perspectiva a “negativa”, hasta el momento sin consecuencias.