El jefe de gabinete del gobierno argentino, Jorge Capitanich, volvió a responsabilizar a las empresas distribuidoras de energía Edenor y Edesur, de capitales argentinos la primera y españoles la segunda, de la caótica situación y de la incapacidad para ofrecer rápidas soluciones a los usuarios.
Capitanich les recordó que “tienen un contrato de concesión y tienen que cumplirlo”, pero de no hacerlo, el Ejecutivo analiza, entre otras “hipótesis”, la de que sean los gobiernos de la ciudad y la provincia los que asuman la gestión.
“Lo que tienen que hacer las empresas es hacerse cargo, informar y atender a sus clientes y resolver los problemas a los usuarios”, subrayó Capitanich.
Acompañado del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, el jefe de gabinete visitó poco después el centro de llamadas de atención personalizada, dispuesto por el Gobierno, para atender a los afectados por los cortes de luz, independientemente de los puestos en marcha por Edenor y Edesur.
“Les vamos a exigir a las compañías que atiendan con personas y no con contestadores los reclamos”, dijo De Vido a los medios allí reunidos.
El ministro explicó que “una vez que pase la crisis, producto de la ola de calor”, el Gobierno evaluará”las sanciones, multas y resarcimientos a los usuarios” que le corresponde a cada compañía.
“Primero que resuelvan lo más importante, que es lo que tienen que resolver, y después nos vamos a sentar a discutir a ver cuáles son las obras que se hicieron y cuáles se tenían que hacer”, agregó.