Economía

Auditores del Banco Central de Guatemala

El Banco Central de Guatemala, que operó de 1926 a 1946, disponía de unas prácticas contables y de inspección que se adelantaron a lo que actualmente en el siglo XXI se llama gobierno corporativo.

El Capítulo X de los Estatutos del Banco lleva como título De la Inspección del Banco. El artículo 75 único de ese capítulo indica textualmente que la Junta General de Accionistas que se celebre el 2 de febrero de cada año nombrará al inspector del banco, el que durará en sus funciones por un año renovable, si así se acordare.

Debe ser un técnico y tendrá las siguientes atribuciones: a) Ejercer una vigilancia constante sobre las operaciones de la contabilidad del banco y sobre los demás servicios que a ella se refieren. b) Examinar los balances mensuales y semestrales y comprobarlos con los libros y documentos. c) Informar a la Junta Directiva de cualquier operación irregular en la contabilidad, proponiendo lo conducente para subsanar las faltas. d) Dar su aprobación provisional y bajo su responsabilidad a las cuentas mensuales o semestrales del establecimiento, mientras son aprobadas por la Junta General. e) Presentar a la Junta General de Accionistas, en sus sesiones ordinarias, un informe acerca de los actos de su inspección y revisión de la contabilidad que haya realizado durante el semestre.

El Primer Auditor

La memoria del banco del 2 de agosto de 1927 explica textualmente lo siguiente: Inspector del Banco: La Junta General de Accionistas del 2 de febrero próximo pasado nombró a don Manuel Aldana A., Inspector del Banco. El señor Aldana, por enfermedad, no pudo recibir el cargo y lo renunció. Inmediatamente, la Junta Directiva convocó a Junta General Extraordinaria para que eligiera al sustituto del señor Aldana.

En las fechas señaladas para Junta General Extraordinaria no concurrió el número de acciones que los Estatutos exigen para su celebración. En vista de ello y siendo indispensable en la organización del banco la inspección y vigilancia de las operaciones que realice, la Junta Directiva dispuso confiar a técnicos especialistas el cargo, y designó a los Sres. Chiene & Tait. Estos señores han desempeñado su cometido en la forma que se ve en los informes que rinde, cuya lectura se hará a continuación.

En consecuencia, el primer auditor del banco fue la firma con dirección en la Gran Bretaña, específicamente en Londres, cuya razón social era Chiene & Tait, Chartered Accountants, y su gerente residente en Guatemala era Norman de Lacy Evans, A. C. A., con dirección en la 5ª. Avenida Sur No. 8, en la capital de Guatemala.

Auditoría del oro amonedado en 1944

El informe de Juan de Dios Leonardo, del Departamento Monetario y Bancario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, del 31 de julio de 1944, dice textualmente así:

Se hizo auditoría del oro amonedado en el primer semestre de 1944 durante un mes, por turnos de los auditores. Salió de conformidad con las cifras que exhiben los libros.

Agrega además lo siguiente: El Departamento Monetario y Bancario ejerce actualmente la doble vigilancia en el Banco Central: la de inspector del banco con las atribuciones que señala el Capítulo X de los Estatutos y la que mantiene por virtud de las facultades que le da la Ley de Instituciones de Crédito.

Me permito manifestar al Señor Secretario que el ejercicio por parte de este Departamento, de esas dos funciones, es a mi juicio, anómalo, ya que el cuerpo de auditores, por la fusión de ambas órdenes de atribuciones, ha venido siendo, en cierto sentido, juez y parte de sus propios actos.

Rafael Ramos Bosch

Para subsanar esa anomalía, seguidamente se nombró como inspector oficial al Dr. Rafael Ramos Bosch, quien ingresó en el Banco Central de Guatemala el 1° de septiembre de 1944. En su papel membretado dice: “Rafael Ramos Bosch. Doctor en Ciencias Económicas. Contador y Auditor Público. Perito Contador. Callejón Normal Prol. No. 44, Guatemala, C. A.”. Firmó los estados financieros al 31 de diciembre de 1944 por primera vez como “Auditor”, y el 1° de julio de 1946 pasó al Banco de Guatemala, en donde ejerció cargos como funcionario hasta 1968.

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.