Por ello, se calculó que el impacto será negativo porque se dejarán de recibir Q375 millones para el 2014, indicó el superintendente Carlos Muñoz.
En detalle, entre los rubros que más se verán afectados es el impuesto sobre la renta (ISR), con Q205 millones que no se recaudarán debido a que el Congreso restableció como gastos deducibles de ese impuesto el cien por cien de los gastos de construcción de obras para beneficios de los trabajadores de las empresas.
Con la nueva ley del ISR (decreto 10-2012) había establecido que solo se reconocerían como gastos deducibles el 50% de esos gastos.
Muñoz indicó que otro efecto fuerte es la norma con la cual se estableció el tratamiento especial para áreas, servicios comunes y servicios inmobiliarios, y que del total de un inmueble solo se facture el 70% porque han estimado que el efecto negativo en el impuesto al valor agregado (IVA) será de Q190 millones, en el impuesto de solidaridad (ISO), Q17 millones, y en el ISR por ese sector, Q38 millones.
Omar Franco explicó que ese decreto también registrará efectos positivos, de Q84 millones, ya que dentro de la venta de una vivienda en un proyecto hasta un 30% puede ser accionado, y por ese rubro se deberán pagar timbres.
Con ese decreto también se suspendió para el 2014 la aplicación de los controles y verificación de precios a las empresas relacionadas con transnacionales. Autoridades de la SAT indicaron que analizan si para el ejercicio fiscal 2013 aún puede aplicarla.
Cambios polémicos
Aprovecharon oportunidad
Con el decreto 19-2013 se buscó corregir errores para la aplicación del ISR; sin embargo, se aprovechó para crear tratamientos especiales para otros sectores, especialmente el de construcción, refirió el analista Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).
También se beneficia a los importadores de energía eléctrica, agregó.
Explicó que el problema para el Estado es que al no haberse aprobado el presupuesto para el 2014 no tiene nuevos préstamos para este año.
Recordó que el 2013 está cerrando con serios problemas (por la brecha fiscal de Q2 mil 600 millones, según la proyección de la SAT).