BBC NEWS MUNDO

Por qué tanta gente miente en su currículum sobre los idiomas que habla (y cómo les puede costar un puesto de trabajo)

Hace ya varios años, Facebook comenzó a permitirle a sus usuarios que añadieran en sus perfiles una categoría llamada: "idiomas hablados".

Y hubo algo que me quedó muy claro desde ese momento: estuve viviendo, aparentemente, rodeado de políglotas.

De repente, todos las personas que conocía comenzaron a autoproclamarse multilingües, a pesar de que nunca antes las había escuchado murmurar siquiera una palabra en un idioma extranjero.

(Mis favoritas eran las personas que dijeron que hablaban tanto inglés estadounidense como inglés británico).

Esta tendencia no se limita a los perfiles de Facebook.

El embellecimiento de nuestras habilidades llega a nuestro sitio de trabajo y surge especialmente cuando las personas están buscando empleo.

En LinkedIn y en las solicitudes de empleo, muchas personas no lo piensan dos veces para exagerar sus habilidades en el manejo de un idioma extranjero.

Pero ¿puede eso resultarles contraproducente?

Las habilidades lingüísticas, mentiras fáciles

Por supuesto, los currículos han estado plagados de pequeñas mentiras prácticamente desde que existe el mercado de trabajo moderno, por lo que esta práctica no tiene nada de nuevo.

En una encuesta de 2015 realizada por CareerBuilder, de 2.000 gerentes de recursos humanos en Estados Unidos, dedicados tiempo completo a la contratación de nuevo personal, 56% dijo que había pillado a un aspirante diciendo una mentira.

Algunos exageraban sobre sus cargos en empleos anteriores y sus responsabilidades y hasta incluían una universidad imaginaria.

Más específicamente, dijeron que 63% de los solicitantes habían “embellecido” una habilidad en su hoja de vida.

Otra encuesta de 2.000 gerentes de contratación de personal, realizada por Hloom, una compañía que proporciona plantillas para cartas de presentación y currículos, encontró que la segunda mentira más frecuente que un solicitante pone en su CV era la fluidez en un idioma extranjero.

A esa mentira, sólo la antecedía la universidad en la que se graduaron.

“Justificación elástica”

Entonces, ¿qué tienen las habilidades lingüísticas en particular que hace que las personas inflen su valor?

Para Maurice Schweitzer, profesor de gestión en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania, la situación se explica con un término que él llama: “justificación elástica”.

“Es cuando básicamente, las personas exageran las cosas en circunstancias en las que es difícil trazar una línea clara y los idiomas son un buen ejemplo de ello”, dice.

En otras palabras, tu supuesta habilidad para leer y hablar tagalo (un idioma que se usa principalmente en Filipinas) esmás etérea e impalpable que algo tan simple como tu título universitario. (Aunque Schweitzer dice que mucha gente también los inventa en sus currículos).

Naturalmente, para trabajos de traducción u otras posiciones que requieren requisitos bilingües específicos, el aspirante puede estar seguro de que habrá algún tipo de prueba para ver si sus habilidades están a la altura del puesto.

Pero si estás solicitando un trabajo en el área del diseño gráfico y quieres mencionar el hecho de que hablas algo de francés (léase: estudiaste esa materia brevemente en la universidad y no lo has vuelto a practicar desde entonces) ¿cuál es el problema?

¿En qué más estás mintiendo?

Las personas mienten en sus hojas de vida por la misma razón que lo hacen con respecto a sus habilidades con un idioma en algo tan banal como Facebook.

Simplemente quieren impresionar a los demás.

El problema es que si engañas con respecto a tus calificaciones en una solicitud de trabajo, sin importar cuán trivial pienses que sea esa mentira, estás dejando una mala e indeleble impresión frente a otros potenciales empleadores.

Schweitzer dice que algunos incluso mienten en la sección de intereses de su currículum (cuando deciden incluirla) y exageran sus pasatiempos o áreas de experiencia para proyectar una cierta imagen de ellos mismos: para verse más memorables y hasta sofisticados.

Decir que te gusta Star Trek o el cine o que compites en maratones podría provocar otra pregunta o un intento del entrevistador por iniciar una charla inofensiva y hasta paralela a la conversación formal sobre el empleo mismo.

Pero si resulta obvio que no sabes tanto sobre esas cosas como quieres hacerle ver, el gerente de recursos humanos podría preguntarse ¿en qué más está mintiendo? ¿Es alguien en quién confiar? ¿Es una persona que queremos traer a nuestro su equipo?

Una ambigüedad

“Lo que es interesante sobre los idiomas es que son bastante vagos”, dice Schweitzer.

“Si puedo ordenar en italiano en un restaurante, en mi opinión, eso podría ayudar a autojustificarme que soy un conocedor del italiano. Es esa ambigüedad lo que se vuelve tan interesante”, explica.

Es una especie de autoengaño que puede parecer inofensivo al principio, pero puede rebotarle adversamente al mentiroso cuando empiece a postularse a puestos más prominentes o, incluso, posiciones públicas.

Schweitzer me comenta sobre el caso de Melissa Howard, una candidata a la Cámara de Representantes de Florida, que mintió sobre la universidad en la que se graduó. Esa afirmación la llevó a abandonar su candidatura a mediados de agosto.

Howard había dicho que había obtenido un título de la Universidad Miami de Ohio, pero esa casa de estudios dijo que no fue así.

Aunque Howard sí estudió en esa institución y asistió a la ceremonia de graduación, lo cual explica una foto en la que se le ve con una toga y un birrete, la universidad señaló que no se había graduado.

Esto es un ejemplo de “justificación elástica”. Y es que si logras obtener un pequeño logro -como afirmar que hablas italiano en tu hoja de vida y el ser capaz de pedir una bruschetta en Roma- puedes comenzar a decirle a la gente, e incluso creer, que en realidad puedes hablar italiano con tanta suficiencia para presumirlo.

Pero tal “error de juicio”, como lo llamó la candidata de Florida para explicar su propio fiasco, podría terminar saboteándote.

Idiomas y CV: esta es la estrategia

Con todo lo que te hemos dicho, no queremos asustarte y hacerte omitir mención alguna a tu habilidad con algún idioma en tu hoja de vida o en tus cuentas de las redes sociales.

Pero si afirmas que hablas árabe en una solicitud de empleo, incluso aunque se trate de una pequeña anotación al margen, prepárate para la posibilidad de que el entrevistador comience a hablarte en árabe.

Plantearte ese simple escenario se puede convertir en tu prueba de fuego a la hora de decidir qué incluir y que no en tu hoja de vida.

Meg Montee es una investigadora asociada del Centro de Lingüística Aplicada de Washington.

Montee señala que los niveles comunes que se usan para medir el dominio de un determinado idioma, por ejemplo: conversacional o fluido, no son realmente útiles porque internacionalmente el sistema de estándares de habilidades idiomáticas no es ampliamente utilizado o entendido por todos.

Aunque, claro, existen muchas pruebas estandarizadas (especialmente para estudiantes de inglés cuya primera lengua no es el inglés). Sin embargo, como plantea la especialista, son caras y toman mucho tiempo para que el estudiante las prepare.

No corras el riesgo

En cambio, Montee recomienda ser lo más preciso que se pueda: “Usar declaraciones específicas como: ‘Puedo explicar direcciones'”, indica.

“Alguien que trabaja en el transporte público necesita poder hacer anuncios claros en ese idioma y ser comprendido por el público en general. En un trabajo de oficina, debe ser capaz de escribir memorandos que sean comprendidos por los lectores en general”, dice.

¿Parece mucho trabajo? Lo más probable es que si no puedes escribir una pequeña lista de cosas que realmente puedes hacer en ese idioma, no deberías colocarlo en tu solicitud de empleo.

No vale la pena correr el riesgo.

“La gente puede no estar mintiendo a propósito”, dice Montee. “Pero han construido una identidad y así es cómo se ven a sí mismos”.

Esta es la regla de oro de los principios más importantes cuando se busca empleo: no vale la pena mentir en tu CV.

Schweitzer señala que si incluso tienes dudas de si incluir algo, ni te molestes en meterlo.

Es fácil entrar en una mentalidad de visión de túnel cuando buscas trabajo: el objetivo número uno es encontrar un trabajo, el objetivo número dos podría ser: ser honesto. Ante la duda, sigue tu instinto.

“Siempre estamos tratando de impresionar a otras personas, y creo que la gente recibe algún tipo de estímulo para verse a sí mismas bajo una cierta luz”, dice. “Las personas pueden justificar conductas propias con bastante facilidad”.

Puede leer la nota original en inglés haciendo clic aquí

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN:

Empleo