La emprendedora guatemalteca cuenta que nunca pensó que los planes que tenía de viajar a París se convertirían en el evento que marcaría el hecho empresarial más importante de su vida.
La empresaria relata que todo empezó cuando decidió dejar un buen puesto de trabajo y viajar a la Ciudad Luz para tomarse un año sabático.
Durante ese año se enamoró y trabajó un año más en una importante empresa con sede en París.
Sin embargo, luego de diez años de ejercer su profesión de mercadóloga, decidió dejar de trabajar, y ya casada, maduró la idea y el concepto de su negocio.
Fue cuando se mudó, junto con su esposo, a Tours, en el centro-norte de Francia, y ahí estableció su empresa.
Como soñadora y determinada se describe Santizo, quien afirma que son cualidades que le valieron para decidirse a emprender.
Refiere que su inspiración y apoyo fueron sus hermanos, quiene poseen empresas propias.
“La idea de tener un café de Guatemala en Francia me emocionaba, ya que es una forma de mantener un lazo entre mis orígenes y el país que me ha abierto los brazos”, comenta.
El Cafecito se ubica en una calle peatonal en el centro histórico de Tours (Jardín de Francia), la cual es frecuentada por turistas y locales