“Se financiaría el costo de la inversión para evitar proporcionar dinero en efectivo y que los recursos tomen otro destino”, dijo el presidente de Anacafé.
Agregó que se aprovecharía para hacer economías de escala y de esa manera la entidad financiera podría ahorrar a los productores al comprar grandes volúmenes de plantas e insumos.
Renovar cafetales
Según el ejecutivo, lo más urgente es renovar por lo menos el 60% de las 305 mil hectáreas que tiene el parque cafetalero.
Renovar una hectárea podría costar entre US$3 mil y US$4 mil, tomando en cuenta que una vez sembrada la planta, la misma debe cuidarse durante dos o tres años.
El segundo paso será buscar nuevos mercados para que los pequeños productores puedan vender sus productos en el mercado internacional.
Con esto también se buscará que los pequeños caficultores no dependieran de intermediarios en la cadena de suministro.
El tercer punto tiene relación con dar más valor agregado al cultivo.
Según Medina, esto se lograría a través de nuevas variedades, ofrecer otros procesos en el beneficiado y no presentar solo cafés lavados, sino también semilavados o naturales.
Según Medina, resembrar las plantaciones costaría aproximadamente US$1 mil millones en los próximos ocho a 10 años, aunque no en todos los casos se podrían cambiar los cafetos por variedades más resistentes a la roya.
Anacafé presentó el 24 de junio último un recurso de amparo en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), para exigir que sean reintegrados alrededor de US$48 millones del Fideicomiso del Café que fueron trasladados al Ministerio de Finanzas, pero hasta la fecha no han recibido respuesta.