Economía

Caída de sitios web de Ministerio de Finanzas por más de 10 días dispara alarmas sobre transparencia y gasto público

Analistas y sectores coinciden en que la mayor preocupación es el impacto en la transparencia de operaciones del cierre fiscal.

Desde el lunes 27 de noviembre se reportó la caída de las plataformas del Ministerio de Finanzas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Desde el lunes 27 de noviembre se reportó la caída de las plataformas del Ministerio de Finanzas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Desde el lunes 27 de noviembre se reportó la caída de las plataformas del Ministerio de Finanzas, la máxima autoridad en la administración de la política fiscal en Guatemala. El problema persiste, y aunque las autoridades de esa cartera afirman que trabajan en solucionarlo, las dudas y críticas aumentan.

Las restricciones en los procesos de adquisiciones estatales en Guatecompras, operaciones en el Sistema de Contabilidad Integradas (Sicoin) y el Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF) son tres plataformas que administra el Ministerio de Finanzas Públicas y que llevan 10 días continuos con problemas para restablecerse.

El Ministerio de Finanzas informó que, derivado de los recientes ataques cibernéticos en su infraestructura informática interna, que llevó al aislamiento de los sistemas, incluido el  de Información de Contrataciones y Adquisiciones del Estado (Guatecompras),  dicha plataforma aún se encuentra en “trabajos exhaustivos” por parte de la Dirección de Tecnologías de la Información, como administrador de los recursos tecnológicos de esta cartera, con el objetivo de restablecer su funcionamiento.

Además, la Dirección General de Adquisiciones del Estado, como órgano rector del sistema Guatecompras, publicó el lunes último en el Diario de Centro América la resolución   023-2023, mediante la cual autoriza a las unidades ejecutoras no computar el período comprendido entre el martes 28 de noviembre al martes 5 de diciembre, únicamente para el registro y la publicación de documentos que debieron efectuarse en ese lapso.

En entrevista radial, el ministro de Finanzas, Edwin Martínez, aseguró que ya presentaron las denuncias al Ministerio Público, para aclarar de dónde provino el ataque cibernético, el cual, aseguró, “fue externo” y, en apariencia, desde máquinas que “están en Polonia”.

¿Qué significa?

La caída del sistema del Ministerio Finanzas surge en momento accidentado de transición política que se ha enfocado en varios frentes, tanto en lo electoral como en lo judicial, un descontento generalizado entre la población hacia las actuales autoridades del Gobierno y contra la aprobación del presupuesto del 2024, apoyado por los diputados no reelectos, de Q124 mil 879 millones.

“Si esto ocurriera en cualquier empresa que factura alrededor de Q112 mil millones al año —el presupuesto anual de Guatemala en 2023—, sería una tragedia y una crisis muy grave. La cantidad de tiempo que lleva abajo el sistema es demasiado grande. Para cualquier empresa de una magnitud similar, resolver la caída de un servidor o de su sistema principal sería la prioridad número uno. Tener su sistema “abajo” tanto tiempo genera costos y operaciones irrecuperables”, afirmó Fernando Estrada Domínguez, director de la Comisión de Estadísticas de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC),

Consultado sobre el impacto que tendría la caída del sistema, el politólogo independiente Douglas González afirmó que el mensaje que envía el Ministerio de Finanzas es muy negativo, pues “los ciudadanos y la Contraloría General de Cuentas desconocemos qué procesos de compras, contrataciones y adquisiciones se han hecho en los últimos 10 días”.

A su juicio, esto es peor que un estado de calamidad, en el que se dispensa al Minfin y a las unidades ejecutoras de publicar en los portales. Por otro lado, la caída del Sicoin implica que no hay registros de qué operaciones se han realizado en los cuatro subsistemas que lo componen: presupuesto, contabilidad, tesorería y crédito público.

“En el marco de un proceso de transición, lo que implica es una pérdida de confianza en las actuales autoridades de ese ministerio y un daño institucional irreparable a la confianza y reputación que el Ministerio de Finanzas tiene ante organismos financieros internacionales”, advirtió.

Delicado

Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), señaló: “Es sumamente delicado, puesto que genera mucha desconfianza, especialmente con todo lo que ha ocurrido.  Esto muestra la debilidad institucional de nuestro país ante ataques cibernéticos, por lo que esperamos pueda ser resuelto pronto”.

Para el exministro de Finanzas Rolando Del Cid Pinillos, en medio del proceso de transición política  esta situación pudo haber sido planificada interna o externamente, ya que los dos ciberataques que sufrió ese ministerio fueron coordinados cuando se estaban operando nóminas —pago de planilla— y el trabajo de la carga al sistema Guate nóminas, “por lo que veo que hay una mala intención en el tema para que fracase el pago de la planilla del Estado y a los proveedores mismos, y no fue fortuito, sino intencional”.

Implicaciones

A la pregunta de ¿qué problemas está generando en las operaciones en las entidades públicas y pueden reflejarse?, Érick Coyoy, exviceministro de Finanzas y analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), comentó que, debido a que los pagos a proveedores y personal del Estado se efectúan por medio de transferencias bancarias electrónicas, Tesorería Nacional no puede aprobar pagos mientras el Sicoin esté fuera de servicio, lo cual ocasionará atrasos en pagos de todas las dependencias del Organismo Ejecutivo.

Los pagos de nómina de noviembre supuestamente se hicieron a tiempo, lo cual deja dudas sobre la naturaleza de la suspensión de los sistemas, porque, de ser generalizado, no habría sido posible efectuar esos pagos.

Por su parte, Ricardo Barrientos, el exviceministro de Finanzas e investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), indicó que una de las consecuencias de esa caída del sistema será el atraso de las operaciones de la cartera del Tesoro.

Estrada Domínguez señaló que la situación está limitando la operatividad de varias instituciones, lo cual puede retrasar la ejecución de diversas entidades, incluso las más prioritarias, como servicios sanitarios o de emergencia. Todo esto genera atraso en las personas encargadas de registrar operaciones, no solo en Finanzas, sino todas las instituciones que usan Sicoin y Guatecompras, dijo.

A pocos días del cierre fiscal

Los consultados también expusieron, una perspectiva de implicaciones y alcances por aproximarse el cierre fiscal.

Zapata consideró que puede tener un impacto en la forma que se perciben las compras y el gasto público en estos meses dónde definitivamente abona a la mala imagen de percepción de corrupción.

Para Coyoy, al final del año fiscal puede ocurrir que las cifras registradas de gasto no correspondan con lo en realidad ejecutado porque posiblemente las entidades no alcanzarán a registrar todas las operaciones ocurridas durante la suspensión de los sistemas. El Ministerio de Finanzas podrá habilitar los primeros días de enero 2024 para registrar gastos atrasados, pero al no poder afectarse el presupuesto 2023, lo harán solo de manera contable por lo que algunos gastos podrán pasar inadvertidos.

Esa misma postura coincide el representante de la Cámara de la Construcción de Guatemala, en el sentido que esto afecta la información a tiempo y certera, ya que al no estar al día la información, se puede tener problemas de orden y control. “Esta, es una época alta en gasto y ejecución y tener tanto tiempo parado el sistema es grave”, apuntó.

El politólogo Douglas González, afirmó que es un problema técnico, desde el punto de vista de las obligaciones de controles internos establecidos en la Ley del Presupuesto y su reglamento, en los manuales del SICOIN y en la Ley de Contrataciones. Y a su juicio la Contraloría debe solicitar informes y el Congreso debe citar a los funcionarios responsables para que rindan cuentas.

¿Cómo hay que dimensionar el problema?

Dada la coyuntura actual, hay una lectura de cómo dimensionar el problema del ciberataque, desde una visión técnico-financiero.

Coyoy recalcó que es un problema que reduce aún más la transparencia en el uso de los recursos públicos. Los sistemas están diseñados para operar de manera continua por medio de internet, lo cual permite conocer minuto a minuto todas las transacciones registradas. Y recordó que desde el inicio de las operaciones de los sistemas en esta modalidad en 2004 no se había dado una suspensión tan prolongada, lo cual deja dudas sobre las capacidades institucionales del Ministerio de Finanzas para administrarlos. “La nueva administración deberá poner especial atención a estos aspectos para asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas a fin de garantizar el correcto y oportuno registro de los gastos”, precisó.

Para Zapata hay una muestra una debilidad técnica en la prevención de ataques cibernéticos, donde no hay claridad sobre la capacidad del país a reaccionar de forma oportuna.  Esto hace mucho daño a la posición de Guatemala en materia de transparencia.

Estrada Domínguez, realizó un ejercicio en el hacer un calculo estimado en base al presupuesto de la nación y la cantidad de días que lleva parado el sistema; supongamos que el presupuesto sí fuera lineal y se ejecutara en más o menos Q306 millones diarios, pero si lo ajustamos, ya que no es lineal y usamos una variable de restricción de 70% para ajustar el gasto no lineal, podemos estimar que más o menos por el sistema deben de registrarse Q210 millones diarios y lleva 10 días parado.

Esto equivale a un aproximado de más de Q2 mil millones que podrían ser afectados o demorados en su registro por la caída en el sistema. Este monto es asumiendo que solo se está demorando el registro, sin tomar en cuenta que se puede perder información. Esperamos que el Ministerio de Finanzas tenga sus debidos sistemas de respaldo y “backups” al día para que no haya pérdida de información y se pueda restaurar la información y la operatividad con la debida transparencia. “Con la mayor urgencia de restablecer todo a la normalidad, que sea posible”.

Del Cid Pinillos, puntualizó que se afecta mucho las finanzas del ejecutivo, y por el cierre fiscal hay muchas operaciones que pueden quedar fuera del sistema, pero eso con base a una resolución que emitió el Ministerio de Finanzas, hace obligatorio que todas las instituciones suban sus eventos y esconder algo en los sistemas es muy poco difícil, por lo que se tendrá que actuar de una manera técnica.

Riesgos-País

Esta situación también puede generar ruido a las agencias calificadoras de riesgo-país.

Para González, las calificadoras de riesgo están siguiendo muy de cerca el caso de Guatemala. Una anomalía como esta puede implicar serios cuestionamientos a la credibilidad de las autoridades de Finanzas y seguro tendrá algunas penalizaciones en el índice de transparencia fiscal, en el cual en años anteriores se hizo un esfuerzo por mejorar.

Y Estrada Domínguez, manifestó que las agencias miden mucho el tema de percepción. Esto puede ser delicado si se llegara afectar la percepción de confianza con información certera y transparente por la “caída” en el sistema principal del Estado.

“Una demora adicional en esta crisis del sistema, sí pudiera ser una de las variables que tomen en cuenta este tipo de calificadoras de riesgo. Esperamos que, con sus debidos respaldos y la mayor transparencia posible, estos sistemas sean restablecidos con mayor urgencia y prioridad posible, para recuperar y tener información certera y al día a la mayor brevedad posible”, aseguró el representante de la Cámara de la Construcción.

Finalmente Del Cid Pinillos, consideró que esto puede ser una desventaja, porque el país está muy bien, solvente, bonos apetecibles en el mercado internacional, manejo adecuado de la macroeconomía, pero eventos como este, que escapan al buen uso del Ministerio de Finanzas, son debido a que los sistemas no han tenido la seguridad, en cuanto al andamiaje a los sistemas, y no existe un sistema que garantice seguridad , y evitar este tipo de ciberataques, que también pasó en Costa Rica el año pasado, y que ahora se da el caso en Guatemala.

 

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.