Economía

Comercio electrónico en el ámbito multilateral

Con el surgimiento de internet y la transformación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los años 90, el comercio electrónico se ha convertido un eje central de la economía mundial. En términos generales, este se traduce en el intercambio de bienes y servicios a través de internet y se lleva a cabo entre empresas (B2B), empresas y consumidores (B2C), entre consumidores (C2C), o bien entre clientes y empresas (C2B).

Tal como indica el Sr. Chile Monroy en su artículo publicado a principios de junio, y de acuerdo con la definición proporcionada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), el comercio electrónico consiste en la compra, venta o intercambio de productos, servicios e información, a través de las redes de comunicación. Hoy por hoy, prácticamente cualquier producto o servicio puede ser comprado o vendido por vía electrónica. Tal es el caso de los libros, la música, los servicios financieros y bancarios y la compra de pasajes de avión, por citar algunos ejemplos.

En el Informe sobre la Economía de la Información, publicado en el 2015 por la UNCTAD, se explica que el comercio electrónico continúa experimentando una importante expansión, con una participación creciente de los países en desarrollo. Según cifras plasmadas en este informe, el comercio electrónico mundial entre empresas superó, en el 2013, los US$15 billones, mientras que el comercio electrónico entre consumidores superó los US$1.2 billones. Si bien la mayoría de estas transacciones se realizan en economías desarrolladas o en transición, en los últimos años se ha observado una mayor participación de los países en desarrollo. Para Latinoamérica, el comercio electrónico representa el sector de mayor crecimiento. Se prevé que el total de compradores digitales en la región aumente un 64%, entre el 2013 y el 2018.

El comercio electrónico es un nuevo modelo que ha permitido a muchas empresas, especialmente a las pequeñas y medianas, tener presencia o mejorar su posición en los mercados locales e internacionales, gracias a una distribución más barata y eficiente de sus productos o servicios. Otra de las grandes ventajas del comercio electrónico, es que ofrece la posibilidad de realizar compras y ventas sin ninguna restricción de horario y en muchas ocasiones, sin requerir una presencia física en los mercados.

La constante mejora en la calidad de la conectividad, así como el incremento en el uso de teléfonos móviles, ha contribuido a facilitar el acceso al comercio electrónico. Se estima que cerca de la mitad de los comercios que tienen presencia en línea cuentan con sitios especialmente diseñados para los teléfonos móviles, y una gran cantidad de ellos ha desarrollado ya aplicaciones específicas.

A pesar de esta situación, el comercio electrónico enfrenta aún importantes retos y la necesidad de armonizar su marco legal a escala mundial. Desde el punto de vista de los compradores, las transacciones en línea pueden conllevar aún riesgos importantes, tales como la pérdida de control en el uso y manejo de sus datos personales, la posibilidad de ser víctimas de fraude, y en el caso de operaciones internacionales, la falta de claridad en la definición de las leyes del país al que pueden acogerse.

Con el fin de encontrar una solución a estas cuestiones, la UNCTAD ha realizado numerosas investigaciones, destinadas a crear un entorno legal que genere mayor confianza y seguridad para las transacciones electrónicas realizadas entre empresas, consumidores y autoridades públicas. Con base en estas investigaciones, ha propuesto fortalecer la legislación relativa a las transacciones en línea, la protección del consumidor, la protección de la privacidad y de los datos personales, así como el establecimiento de normativa sobre delitos cibernéticos.

Dado el contexto actual, el éxito y mantenimiento de las empresas dependerá de su capacidad de aprovechar y comprender los retos y oportunidades que brinda el comercio electrónico. Es por ello que resulta de gran importancia para los empresarios prepararse adecuadamente e invertir en el aprendizaje y conocimiento de estas tecnologías.

ESCRITO POR:

Eduardo Sperisen Yurt

Embajador. Representante permanente de Guatemala ante la OMC. Fue primer presidente y fundador de la Gremial de Exportadores de Productos No Tradicionales y presidente del Grupo de Negociación multilateral del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC.

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