Economía

Coronavirus: ¿Podrán las familias guatemaltecas mantener el nivel de consumo en los próximos meses?

Las diferentes actividades económicas del país se han visto impactadas por la crisis sanitaria del coronavirus, y por consiguiente los trabajadores, emprendedores y empresarios, ya perciben una baja en sus ingresos económicos, reveló estudio de ProDatos.

Al menos 7 de 10 guatemaltecos tendrá menos dinero en sus bolsillos en los próximos meses, evidenció la encuesta elaborada por ProDatos, y que se llevó a cabo entre el 31 de marzo y 1 de abril de 2020 en el área metropolitana de Guatemala y municipios aledaños.

Según los resultados, el segmento D (popular) bajó en un 73% su nivel de ingresos, luego el segmento C2 (medio) un 56% y en el ABC1 (alto) una baja de un 42%.

En opinión de David Casasola, investigador junior del Centro de Investigaciones Económicas (Cien) se observa un impacto directo en la población de menores ingresos y se asocia a que en su mayoría se encuentra en la informalidad.

Desde el pasado 15 de marzo la dinámica económica cambió, especialmente en sectores como el turismo, las actividades académicas, y la disminución del tránsito, son un impacto fuerte en áreas urbanas, porque son actividades que generan ingresos diarios.

“Cuando observamos a otros estratos socioeconómicos nos damos cuenta que el empleo formal también sufrió las consecuencias de las medidas y las empresas tomaron decisiones en función de sobrellevar el panorama actual”, expresó el analista.

Para Casasola es un efecto “temporal” y consideró que las familias guatemaltecas harán los esfuerzos para mantener un nivel de consumo similar a como lo venían haciendo, previo a la crisis sanitaria, pero si se prolonga, deberán examinar gastos de mediano y largo plazo.

Por ejemplo, en algunos casos disminuirán los ahorros en lo que los ingresos vuelven a la normalidad, pero de llegar a extenderse en el tiempo se podrán requerir sacrificios en consumo.

“Primeros efectos de una crisis que continuará”

Para Ricardo Rodríguez, analista económico senior de la Central American Business Intelligence (Cabi) los resultados confirman que el segmento bajo es el más golpeado debido a la emergencia del coronavirus.

Según la encuesta el promedio de las personas a quienes les han bajado los ingresos del hogar, sobre la base total, incluyendo los que no han bajado los ingresos son: En -18% en el segmento alto, en -24% en el medio y -35% en el bajo. “El segmento bajo sigue siendo el más golpeado”, afirmó.

Rodríguez explicó que hay tres momentos importantes en el tema económico: Primero, el comportamiento de finales de marzo, segundo cómo cerrará la primera quincena de abril y que coincidirá con las nuevas decisiones que establezca el gobierno y luego a finales de mayo, “que sería un segundo fin de mes de efectos económicos y es ahí cuando se deben analizar de nuevo los números”.

“Estos son los primeros efectos de una crisis que aún continuará”, afirmó el analista de Cabi.

Cambio de comportamiento en el consumo

Julio Reyes, presidente de la Cámara Empresarial de Comercio y Servicios (Cecoms) dijo que es importante diferenciar a las personas independientes (emprendedores), trabajadores informales, y los asalariados.

Porque según los datos de ProDatos el 41% de los encuestados aún continúa en actividades laborales, y el 59% dejó de trabajar, “entonces, es ahí donde cabe hacer la diferencia”.

Reyes resaltó que a las personas que mantienen sus ingresos es gracias a las empresas que han mantenido sus sueldos, “después todos hemos percibido los ingresos a la baja”.

El consumo se mantendrá en servicios básicos como agua, energía eléctrica, internet, cable y telefonía. La tendencia es que turismo y servicios seguirán siendo los más afectados, y por otro lado observan que categorías como comestibles podrían ir a la baja, luego del sobre abastecimiento, pero se mantendrán estables, refirió Reyes.

“Al principio de la crisis las personas tienden a acumular, pero luego se estabiliza”, destacó el empresario.

Para Rodríguez, definitivamente habrá cambios en temas de comportamiento de consumo, los efectos de la crisis se observarán de manera cuantitativa con dos meses de rezago, porque el país no posee la capacidad de generar y procesar datos en tiempo real.

Sin embargo, es evidente un aumento en consumo de artículos de primera necesidad (alimentos e higiene) y medicamentos. En el mediano plazo cambiarán otras categorías que a principios de año eran prometedoras, pero sino son de primera necesidad, definitivamente quedarán en un segundo plano, afirmó el economista de Cabi.

“Vale la pena hacer la observación de que tampoco podemos comprar mucho, porque, aunque se tuviera la disponibilidad no se tienen habilitadas las opciones para ir a gastar en artículos que no son de primera necesidad”, concluyó Rodríguez.

“La nueva normalidad”

Jose Roberto Fernández, presidente para América Latina de Francorp y secretario de junta directiva de la Asociación Guatemalteca de Franquicias, planteó que los servicios médicos, el retail, productos de higiene y limpieza, tecnología y la agricultura son las categorías ganadoras en el contexto de la pandemia mundial.

Las categorías que están en un “punto medio” son petróleo, educación y servicios financieros. Y los “perdedores” potenciales son manufactura, construcción, automóviles, aviación y marítimo, según lo detalla el estudio Decoding The Economics of Covid-19, Potential Winners and Losers in the Short Term.

Debido al distanciamiento social el comportamiento de consumo cambiará y así se quedará durante “mucho tiempo”, porque los gobiernos continuarán limitando el número de personas que convivan en un mismo lugar.

Contrario a lo que otras personas piensan, los restaurantes están siendo golpeados, porque aunque continúan operando con el autoservicio o el servicio a domicilio, esto representa únicamente el 20% de sus ventas totales.

Aunque sigan operativos, la industria de restaurantes está pasando un mal momento, pero cuando llegue el momento del regreso y no de recuperación, porque tomará tiempo y será de una manera escalonada, las personas no volverán a la “normalidad” sino a una “nueva normalidad”, comentó Fernández.

En ese momento es que cambiarán los patrones de consumo, y ya no se priorizarán planes grandes como la compra de una casa, cambio de vehículo nuevo, vacaciones y viajes, probablemente lo que veamos en los siguientes seis meses será una contención del gasto de lo que las personas consideran como “no necesario”, por lo tanto, cuidarán más el presupuesto.

“Habrá sustitución de marcas, se observarán más compras por volumen, y el precio será un diferenciador mayor, pero el consumidor buscará sustitutos de satisfactores que puedan comprar a menor precio”, refirió el especialista en franquicias.

Fernández puntualizó que los cambios son profundos y vinieron para quedarse, el retorno económico será largo y la “nueva realidad” será el reto para todas las empresas en todos los sectores, puntualizó Fernández.

ESCRITO POR:

Natiana Gándara

Editora de Economía en Prensa Libre, con más de 15 años de experiencia en medios radiales, televisivos, impresos y digitales.