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Política monetaria, cambiaria y crediticia 2024: Por qué casi no ha variado en los últimos 20 años

La Junta Monetaria aprobó los lineamientos generales de política relacionada con los precios de la economía para el año que inicia, sin mayores modificaciones.

La Junta Monetaria aprobó los lineamientos generales de política relacionada con los precios de la economía para el año que inicia, sin mayores modificaciones. (Foto Prensa Libre: Freepik)

La Junta Monetaria aprobó los lineamientos generales de política relacionada con los precios de la economía para el año que inicia, sin mayores modificaciones. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Los lineamientos incluidos en la Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia para 2024, son prácticamente los mismos de años anteriores y aunque hay algunas modificaciones, estas son leves, considerando que el principal objetivo es mantener el control sobre la inflación.

En ese sentido, desde el 2013 se ha determinado como meta de mediano plazo para este indicador, un rango de 4% anual más/menos 1%, lo cual, “ha demostrado ser ancla de política monetaria y guía de los agentes económicos para las decisiones de producción, empleo, inversión, consumo y ahorro”.

¿En qué consiste?  

Desde el 2006, en Guatemala se adoptó un esquema de metas explícitas de inflación, que se mantiene hasta la fecha, el que constituye el ancla nominal de la política monetaria y, por lo tanto, orienta las acciones de las autoridades económicas y las expectativas del gobierno, empresarios y población en general.

Para evaluar la consecución de la meta, se decidió darle seguimiento a la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y como instrumento principal, en caso de que se detecten choques de oferta, de demanda o de especulación, se utiliza la tasa de interés líder de política monetaria.

Por otro lado, de manera permanente se le da seguimiento a una serie de variables indicativas e informativas en los ámbitos monetario, cambiario y crediticio, de manera que sean herramientas cuantitativas de pronóstico, con el objetivo que “exista un balance integral y suficientes elementos de juicio que permitan a la autoridad monetaria profundizar en el análisis macroeconómico y anticipar riesgos a la baja o al alza que podrían afectar la trayectoria de la inflación”.

De esa forma, “se pueden adoptar oportunamente las acciones pertinentes, minimizando ajustes bruscos o repentinos en la tasa de interés líder de política monetaria y, por ende, brindar certeza a los agentes económicos”.

¿Cuál es la interpretación?

María Antonieta del Cid de Bonilla, expresidenta del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria (JM) hizo un balance del contenido de la política vigente para este año:

A su juicio, ¿cuáles son los cambios respecto a años anteriores de la política monetaria, cambiaria y crediticia?

No se producen cambios mayores o cambios de fondo. Los principales para el 2024 apuntan a continuar fortaleciendo el esquema de metas explícitas de inflación para hacerlo más efectivo, por medio de mejoras en el marco analítico y operacional de la política monetaria.

Entre estas mejoras destaca el ajuste a los modelos de pronóstico, al cálculo del índice sintético que es el principal indicador que utiliza el Banguat para proponer a la JM la orientación de la política monetaria y el ajuste o no en la tasa de interés líder.

En cuanto al cálculo de la inflación subyacente, que es la que mide el comportamiento de la inflación excluyendo aquellos bienes con precios altamente volátiles y cuyo comportamiento depende de choques externos y factores de oferta, el Banguat realizará ajustes en su estimación en cuanto el INE implemente la nueva base del IPC, lo que se espera que realicen durante el primer trimestre del año.

En mejoras de las estadísticas resaltan los esfuerzos que continuarán realizando para incorporar a las cuentas nacionales las cuentas ambientales y la cuenta satélite de turismo; y el trabajo para la actualización de la metodología y cambio de año base del PIB a partir de 2025.

Destaca en particular el esfuerzo que conjuntamente con el INE, se lleva a cabo para que Guatemala pueda contar con estadísticas continuas de empleo, que es una de las variables más relevantes en cualquier país para la toma de decisiones de política económica y social.

En cuanto a fortalecer el mecanismo de transmisión de política monetaria, una de las mayores novedades sería la aceptación de anotaciones en cuenta de bonos del tesoro, que las entidades financieras utilicen como garantía en operaciones de inyección de liquidez en dólares que realicen con el Banguat. También plantean, juntamente con la Superintendencia de Bancos (SIB), el Ministerio de Economía (Mineco) y el Ministerio de Finanzas (Minfin), el lanzamiento de una nueva estrategia de inclusión financiera 2024-2027, resaltando entre las nuevas acciones a incorporar: facilitar el acceso y uso a fondos de programas estatales y adherir a instituciones financieras no supervisadas al sistema de Información de Riesgos Crediticios (SIRC) que administra la SIB.

Finalmente, promoverán la discusión y aprobación de dos iniciativas: La ley reguladora de servicios de dinero electrónico y la ley del mercado de valores.

En política cambiaria se amplió el margen de fluctuación de la regla de 0.90 a 0.95; ello implica que en momentos de volatilidad cambiaria, la regla de intervención se activará más rápidamente, con el objetivo de continuar flexibilizando este mercado.

Además, el Banguat deja abierta la opción de continuar con el mecanismo de acumulación de reservas por US$1,000 millones, si las condiciones del mercado lo hacen necesario, y continuarán con el mecanismo de inyección de liquidez en dólares aprobado en 2022 por un monto total de US$500 millones.

¿Qué tan expansiva o restrictiva es la política?

Guatemala fue unos de los países que realizó ajustes menos drásticos en la tasa de interés de política monetaria durante el período de aceleración de la inflación a nivel mundial; la medida se reflejó en tasas de interés moderadamente más elevadas tanto en operaciones pasivas (particularmente en depósitos a plazo) como activas.

Tomando en cuenta que la inflación cerró en 4.18% en 2023, por debajo del 9.24% de 2022, considero que la actual tasa líder de 5% refleja una postura fundamentalmente neutra de la política monetaria; esto significa que los niveles de liquidez y tasas de interés actuales permitirían seguir atendiendo una demanda de los agentes económicos, congruente con el crecimiento económico previsto.

¿Cuáles efectos deben esperarse sobre los precios de la economía (inflación, tasas y tipo de cambio)?

En mi opinión, no deberían darse cambios bruscos en los referidos precios en tanto no se presenten nuevos choques externos que afecten el precio de bienes y servicios relevantes para la economía guatemalteca y cuyo precio se determina en el mercado internacional. El mayor riesgo en este caso es que continúan los conflictos geopolíticos.

También pueden presentarse choques internos que afecten la oferta de algunos productos, ocasionados por desastres naturales y/o efectos climatológicos.  La confianza de los agentes económicos es otro factor fundamental en la estabilidad macroeconómica, no solo en cuanto a la conducción de la política monetaria sino de la política económica en general, por lo que las autoridades que asumirán en los próximos días deben dar señales firmes de una política económica coordinada, coherente y con objetivos claros.

“Sin ningún efecto”

Óscar Erasmo Velásquez, exmiembro de Junta Monetaria, también brindo una perspectiva sobre la política económica vigente hasta el momento:

¿Cuáles son los cambios respecto a años anteriores de la política monetaria, cambiaria y crediticia?

La política aprobada por el banco central es exactamente igual a las implementadas desde hace 20 años y se sigue en la misma línea. Las únicas variantes están en las recomendaciones de la evaluación que se hizo a la referida política, en el sentido de ajustar la previsión de la inflación a la nueva metodología que presentó el INE.

¿Qué tan expansiva o restrictiva es la política?

De acuerdo con la evaluación planteada en la política monetaria y la que autorizó la JM, sigue estando en el cuadrante de una política restrictiva o contractiva, ya que se mantuvo la tasa líder, a pesar de que su efecto en el mercado del dinero no se verificó el año pasado. Por lo tanto, sigue siendo contractiva.

¿Cuáles efectos deben esperarse sobre los precios de la economía (inflación, tasas y tipo de cambio)?

En la inflación y tal como se demostró en 2023 la causa de la inflación no es de orden monetario, sino que es importada por el lado de los costes y lógicamente, cualquier medida que adopte JM no tendrá ningún efecto cuando la causa es ajena a la monetización o al nivel de liquidez de la economía.

Por lo tanto, en función de eso es que no tienen efecto a las modificaciones que se hicieron en la tasa líder. Por tanto, dependiendo del comportamiento de los precios, se esperaría la reducción de ese indicador porque no tiene ningún efecto en el control de precios.

En el tipo de cambio, la JM autorizó al Banguat a intervenir en el mercado, cuando el tipo de cambio sobrepase el rango superior o inferior que tienen establecido. Igualmente, con el tema de la liquidez.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.