Esa energía de la hidroeléctrica Aguacapa, propiedad del Inde, no es generación adicional. Los contratos que se hacen con las distribuidoras son para períodos específicos y el actual termina el 30 de abril. Lo que se hace es colocar de nuevo en el mercado esos 75 megavatios.
¿Por qué no licitan más?
Porque las empresas eléctricas municipales crecen y el Inde les aporta.
¿Se retomarán otros proyectos de generación?
Están Xalalá, Chulac y Serchil. Se harán los estudios y consideramos que en esta gestión se podrán impulsar.
Estos han tenido problemas técnicos o de rechazo social. ¿Cómo los resolverán?
Hay decisión de la Presidencia de la República de impulsar el desarrollo energético del país para que no solo tengamos energía barata local, sino que podamos exportar. Con ese apoyo tenemos que ir en cascada a resolver cada uno de los temas, inclusive los sociales.
Es cuestión de llegar a acuerdos, la demanda de energía sigue creciendo y Guatemala tiene la posibilidad de producir energía económica a través de recursos hídricos.
¿Cuál es el más próximo a impulsar?
Posiblemente Xalalá, aunque aún faltan estudios. En la década de 1980 se hizo un perfil óptimo; en el 2007 se hizo otro, y ahora hay que hacer estudios geológicos de la cuenca del río Chixoy.
La licitación de Xalalá se declaró desierta, se adujo más necesidad de acompañamiento del Estado y problemas técnicos…
El gobierno pasado le dio prioridad a la red de transmisión, por eso se desarrollaron nuevos anillos de red eléctrica —como el de Panaluya, inaugurado esta semana—.
Hay condiciones que se deben actualizar, como el precio, el aspecto social, el equilibrio con los temas ecológicos y lograr el acuerdo de grupos específicos para llevarlo adelante.